PROTEGERSE DE LA LUZ SOLAR
Es una tradición de los pueblos
en la cuenca mediterránea,
una sabiduría popular,
protegerse de la abundancia
de luz solar por medio de parapetos
improvisados, o aprovechando los puentes
que salvan las más pronunciadas ramblas,
o bajo las arcadas y los pórticos
en las horas centrales del día.
Son, sobre todo, los ancianos y los jubilados
los que se mantienen a duras penas
fuera de sus hogares –pues no perdonan
la tertulia mañanera rica
y jugosa–, por culpa
de la potencia solar desmedida,
aunque encuentran siempre un trocito
de sombra bajo los árboles
centenarios de la plaza,
hasta el momento en el que el mismo aire, de tan seco,
se vuelve irrespirable, perjudicial, nocivo,
hasta que impide que fluya la gustosa conversación.
Y se vacía el recinto de la plaza céntrica
porque, entonces, llega el momento en que,
también los más expertos de la localidad
pierden el pulso contra el derroche de luz.
Gaspar Jover Polo
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Autor:
gaspar jover polo (
Offline)
- Publicado: 11 de mayo de 2025 a las 11:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, EmilianoDR, racsonando, Salvador Santoyo Sánchez
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