gaspar jover polo

PROTEGERSE DE LA LUZ SOLAR

PROTEGERSE DE LA LUZ SOLAR

 

Es una tradición de los pueblos
de la cuenca mediterránea
protegerse de la abundancia
de luz solar, por medio de parapetos
improvisados o bajo los puentes
que salvan las ramblas secas,
o bajo las arcadas y los pórticos
en las horas centrales de la jornada.
Sobre todo los ancianos y los jubilados
se mantienen a duras penas
fuera de casa –pues no perdonan
la tertulia mañanera,
tan rica, tan jugosa–, por culpa 
de la potencia solar desmedida,
y encuentran siempre un trocito 
de sombra bajo los árboles 
centenarios del municipio,
hasta que el mismo aire
se hace irrespirable y nocivo, de tan cálido,
e impide que fluya la conversación.
Y se vacía el recinto de la plaza céntrica
porque entonces llega un momento en que incluso
los más expertos lugareños
pierden el pulso contra el exceso de luz.

 

Gaspar Jover Polo