Mira cómo sangra el alba
cuando susurra tu nombre,
mira cómo el aire estalla
si me rozan tus acordes.
Tengo espinas en la boca,
puñales bajo la piel,
tengo un fuego en la garganta
que me quema sin querer.
¡Ay, si el viento lo supiera,
ay, si lo dijera el río!
Que me ahogo en tu mirada
y me pierdo en tu suspiro.
Entre tu puerta y mi sombra
hay un muro de silencios,
hecho de espinas y cal,
de noche y de juramentos.
Pero el alba nos delata,
se enreda en mi pensamiento,
y en los cristales de casa
se clavan tus ojos negros.
Ayer besaste a mi niña,
como un lirio la rozaste,
y en su frente se ha quedado
la herida de aquel instante.
Corrí a guardarme el perfume,
lo escondí bajo mi pecho,
y en su piel aún me arde
la llama de aquel secreto.
¡Ay, qué dolor y qué dicha
amarte como te quiero!
Que truene el cielo si quiere,
que hablen las calles de mí,
que se abran todas las puertas,
que se raje el mes de abril.
Pero quiéreme en la sombra,
en la pena y el deseo,
quiéreme en cada latido
como yo te estoy queriendo.
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Autor:
Diego Pantoja (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2025 a las 13:28
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Anita🌹, ElidethAbreu, Baby Vico, alicia perez hernandez
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