De regreso...
Por ratos.
Cuanto quisiera, vida mía,
que no fueras un sueño.
Que al atardecer,
pudiera tener la certeza
de que vendrás rompiendo el horizonte
para darle alcance
y rescate al suspiro de éste corazón.
Pero se apaga el sol
y con ello se esfuman los poemas,
me quedo quieta y callada.
Cual tumba que transcurrido
muchos años,
sólo contiene huesos,
siendo los claros vestigios
de lo que antes tuvo vida
Y es que...
Echo de menos tu alma.
Echo de menos tu calor.
Echo de menos las memorias
que aún no creamos juntos.
Echo de menos los paseos
por bellos senderos
para ir al campo.
Echo de menos la charla,
contándonos cómo estuvo el día.
Echo de menos tu piel
y mi piel fundidas.
Algunas veces,
simplemente desnudas y
entrelazadas dándose abrigo.
Otras, estando una sobre la otra,
agotadas, después del Zenit.
Echo de menos nuestro encuentro.
Pienso.
Mientras, ya ha caído la noche
y camino descalza,
soñándote, tanto,
y pidiéndole con más ganas que ayer
a Dios verte;
y sé que sólo por la insistencia,
él, nos terminará uniendo
sin que nada ni nadie
pueda evitarlo.
Por eso, auque éste día casi termina,
y de que, otros días han pasado ya,
quiero abrazarme a la luna
y sonreírle a la oscuridad.
Porque los tiempos de Dios
son perfectos,
y voy a vivir, vida mía.
Por mí, para ti
y por ti, para mí.
De: Diana Janeth Reyes Diaz.
Escrito el 01/09/23
Todos los derechos reservados ©️
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Autor:
Diana Reydz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2025 a las 02:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Tommy Duque, Lualpri, nachosol, EmilianoDR, Poesía Herética
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