Cuando la aurora y el alba se encuentran, hay un momento de emancipada belleza. Una se retira serena y sutilmente, mientras su hermana impone su elegante y resplandeciente hermosura, con firmeza creciente.
En ese encuentro efímero, de tono sombrío y calidez etérea, la noche cede el paso al día con delicado equilibrio. La aurora se pierde densamente en el cielo y, sin más espera, simplemente sucede: ¡Amanece!
El alba avanza radiante, desplegando su manto de fuego dorado sobre el cielo imponente, que abre sus brazos y tiernamente, a la tierra dormida con pasión besa…
Entonces, ya todo se concreta, la tierra despierta y así sucede: ¡Amanece!
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Autor:
Erika Castillo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2025 a las 03:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, nachosol, EmilianoDR, Poesía Herética
Comentarios3
Esplendida descripción del amanecer. Un saludo mi estimada poetisa.
Gracias Erika y feliz amanecer.
Saludos.
Un tierno despertar en una mañana de amor
Precioso
Con cariño
JAVIER
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