Podría esperar las primaveras que quiera,
y con cada débil suspiro, esperar a que él-
-Él o ella-
Venga a darme lo que no anhela.
Podría, en el desierto del amor, vagar cual mendigo,
ver que se consume la luna, sin su amor.
Sentarme a su lado.
Y oírla llorar, a la par de mi dolor.
Podría hacer de mis penas cuantos años quiera. Y no me quejaré.
Porque al sentir el deleite de esos labios.
De los siglos, petrificado,
me olvidaré.
De sed podría estar muriendo, y de amor podría estar igual.
Mas no cederé hasta que ella-
-Ella o él-
Con su canto, otra vez, la dicha bendita me pueda otorgar.
Si la última farola se apaga,
la mía seguirá opacando a las demás.
Hasta que él
-Él o ella-
La apague y me lleve a donde no me soltará jamás.
Si ella, o él.
Si él o ella,
se aleja, sin querer volverme a ver.
Correré, cual niño desesperado, tras sus frágiles huellas.
Si se acaba el mundo, si se nos va el verano.
Con el corazón fuera del pecho, al lado de él.
-Su lado, o el de ella.-
Dejaré que mis cenizas se desvanezcan en sus
manos.
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Autor:
Dianne Daxton (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2025 a las 14:32
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Blake_2010, EmilianoDR, WandaAngel, Poesía Herética
Comentarios1
Me ha gustado como lo expresas: bonito pero tambien facil de entender(sin palabras complejas me refiero)
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