Cuando cae el silencio sobre mi nombre,
y el mundo apaga sus luces,
¿quién queda despierto dentro de mí?
Soy más que el eco de los otros,
más que la imagen que devuelven los ojos ajenos.
Soy la duda que arde en el pecho,
la voz que no calla ni en sueños,
el caminante sin mapa ni meta,
que sigue andando
por miedo a detenerse.
¿Dónde termina el alma
cuando el cuerpo ya no basta?
¿Y qué somos, sino preguntas
que nadie se atreve a responder?
-
Autor:
Daniii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de mayo de 2025 a las 17:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, nachosol, ElidethAbreu, Manu cramps, alicia perez hernandez, Pilar Luna, flor troncoso
Comentarios2
Jardín de incógnitas en la rapsodia de tus versos
Lo del caminante sin mapa ni meta me recordó este poema:
Sueño para el invierno. Arthur Rimbaud
A... Ella
En invierno nos iremos, sobre cojines azules,
en un vagoncito rosa.
Tan a gusto, cuando un nido de besos locos se duerme
en cada blando rincón.
Cerrarás los ojos para no mirar por los cristales
la noche y sus negras muecas,
los monstruos amenazantes, lobos negros, negros diablos
como muchedumbre atroz.
Después sentirás en la mejilla un arañazo…
Y un beso te correrá, como una araña alocada,
alocado por el cuello.
Y me dirás: «¡Busca, busca!», inclinando la cabeza.
-Pero, ¡cuánto tardaremos en encontrar ese bicho
que viaja y viaja sin meta…!
Me gustó muchísimo tu comentario pero igual es un poema corto.
Daniii, somos esas interrogantes que el tiempo nos responde.
Abrazos y gracias.
Muchísimas gracias Eli por pasarle por aquí por leerme gracias.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.