AVISO DE AUSENCIA DE Romey
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Diligente mente casi ya desquiciada baila
sobre la comisura de una sonrisa amarga
como desfiladero donde cae precipitada
hacia el hondo hueco que corinda con la nada
Y gime estridentemente calcinando fogatas
al fluir vertical mientras piensa en esta soledad
que tanto la acompaña cuando, descorazonada
aparente, carente de pausa late, la verdad
Ansias contenidas en la punta de una mirada
que excruta la profundidad oscura y vaga
más ayá, donde ninguna palabra, ni aire,
sino soledad, como presencia acompañante,
dedicada a consagrarme cada instante,
deseando alegrar mi cara con su máscara
mientras baila ocultando una sonrisa amarga
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Autor:
Romey (
Offline)
- Publicado: 1 de mayo de 2025 a las 15:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, La Hechicera de las Letras, pasaba, EmilianoDR, Josué Gutiérrez Jaldin
Comentarios1
Hay algo deliciosamente devastador en este escrito, es un poema que, en su desesperación, exige ser leído sin intentar buscar consuelo en las palabras. Aquí no hay redención, solo la crueldad de la aceptación y la resignación ante la sombra que se tiene que cargar por siempre.
La Hechicera de las Letras.
Muy inteligente apreciación, muy buena lectura entre líneas
Puede que sí sea como has dicho, un ejercicio para la integración de la sombra
Gracias por leer mi poema y por tu interesante reflexión
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