Te hundes bajo el agua
de mis enamorados sueños.
En tus mares duerme
tu milenaria potencia,
Venecia,
despierta:
estoy a tus pies.
Sobre el agua del amor,
en góndola se pasean
los enemigos del odio.
Venecia marina,
Serenísima,
prefieres no amarme…
¡contigo quiero vivir la vida!
Deja de ser dura
como la madera sin oxígeno.
Tú y tus cuatrocientos puentes,
tú,
¡suspírame!
¡inundémonos!
León alado,
sin máscaras,
bailemos,
no somos nobles
ni plebeyos
hagamos el carnaval de la voluntad.
Agua brava,
sal violenta,
sal y búscame,
marea extraordinaria,
isla del placer.
En mis labios
no ha muerto tu poderío.
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Autor:
Chico (
Offline)
- Publicado: 30 de abril de 2025 a las 03:04
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1
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