Chico

Venecia, serenĂ­sima

Te hundes bajo el agua

de mis enamorados sueños.

En tus mares duerme

tu milenaria potencia,

Venecia,

despierta:

estoy a tus pies.

 

Sobre el agua del amor,

en góndola se pasean

los enemigos del odio.

 

Venecia marina,

Serenísima,

prefieres no amarme…

¡contigo quiero vivir la vida!

 

Deja de ser dura

como la madera sin oxígeno.

Tú y tus cuatrocientos puentes,

tú,

¡suspírame!

¡inundémonos!

 

León alado,

sin máscaras,

bailemos,

no somos nobles

ni plebeyos 

hagamos el carnaval de la voluntad.

 

Agua brava,

sal violenta,

sal y búscame,

marea extraordinaria,

isla del placer.

 

En mis labios

no ha muerto tu poderío.