abril en nicaragua
hay
un soplo
de fuego,
quemando arbustos,
huesos de árboles,
carbonizados.
algunos
resisten:
las palmeras,
los mangos,
los chilamates,
las trinitarias.
el amarillo
descansa
bajo el follaje
del sauce verde —
como si dios
posara ahí
sus dedos.
todos tenemos
sed:
sed de las costas,
sed de tocar
el horizonte.
los pájaros
claman
por lluvia.
buscamos
sombra
en las esquinas
de las casas,
bajo ramas
de los palos.
nos quema el sol,
nos arden los sueños.
todos
tenemos
sed
en abril caliente.
nuestra lengua,
seca —
espera la lluvia,
entre el
polvo suspendido,
el rugido
de las mototaxis,
el jadeo
de la calle rota,
en la voz
quebrada
de los que venden
agua helada.
es víspera de semana santa:
huele a almíbar,
a pescado seco,
a sardinas;
a cristo
cargando la cruz —
a pasión,
a muerte,
a resurrección.
el poeta aldo
exclama
con frustración:
«¡abril debería ser primavera,
y es un calor de la gran puta!»
en abril,
siempre
tenemos
sed.
nos fundimos
con el fuego,
para darnos
mutuamente la lumbre,
mutuamente
el calor.
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Autor:
Axioma (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de abril de 2025 a las 18:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
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