Soneto a la pasión.

En la penumbra de la noche,

bajo el manto de la luna llena,

mis labios ansiosos buscan tu piel,

dispuestos a desatar la pasión.

 

Te acerco lentamente hacia mí,

mientras mi lengua danza en tu cuerpo,

explorando cada rincón de tu ser,

provocando gemidos y suspiros.

 

Mis manos se deslizan con deseo,

acariciando tus muslos y caderas,

mientras mis labios se aferran a los tuyos,

en un beso cargado de ardor y lujuria.

 

Te lamo suavemente, sin prisas ni pausas,

con movimientos sensuales y provocativos,

buscando en ti el éxtasis más profundo,

convirtiendo cada gemido en melodía.

 

Jugamos sin límites, sin inhibiciones,

explorando nuestros cuerpos con pasión desenfrenada,

haciendo del placer nuestro único objetivo,

sumergiéndonos en un mar de placeres prohibidos.

 

Gimes mi nombre entre suspiros entrecortados,

mientras te entrego todo mi ser sin reservas,

haciendo realidad tus más oscuros deseos

y llevándote al clímax más sublime.

 

En este juego sensual, donde no hay barreras ni tabúes

nos entregamos por completo, sin temores ni prejuicios.

En esta danza erótica nos fundimos en uno solo

y dejamos que el placer nos guíe hacia el éxtasis final.