Basilio y Quiteria

Alberto Escobar

 

Al fin y al cabo Quiteria prefirió
la pobreza de Basilio frente a la opulencia
de Camacho...

 

 

 

Sabes que contigo pan y cebolla,
que no necesito joyas ni caudales
para quererte siempre a raudales
hasta que me cueza en la olla.
Camacho quiso llevársela al huerto,
mas Basilio no estaba ya dispuesto
a soportar la afrenta de su pobreza;
dispuso opípara una mesa de viandas
y golosinas varias y encantó a la novia.
Camacho, sorprendido cual pontífice
arrebatado de su tiara, aduce en contra:
Podrás por fecha señalada tal dispendio
hacer pero mañana, tus deudas miles
te harán consumirte sin posible remedio.
Basilio, ni corto ni perezoso, arremete
la afrenta y contesta ufano: Mañana Dios
dispondrá, pero hoy, que venga y me quite
lo bailado, que estaré esperando sentencia.
Camacho, abochornado por tanto ingenio
y perspicacia, gira el rostro, mira a su hermana
mayor, que baja la mirada, y desaparece
dejando sobre la estancia todos los manjares
que cual vendaval desplegó engreído 
sobre mesas y aparadores —ovación general. 
Quiteria, con una sonrisa de oreja a oreja,
se acerca a su héroe para rendirle pleitesía
y, coronándole con un beso profundo, dispone
misa y corte para que se oficien litúrgicas las bodas.
La comparecencia entusiasmada corea su nombre,
se abalanza en tropel sobre Basilio y lo eleva al cielo
cual en otro momento hicieron con Sancho Panza
en aquella venta que parecía un castillo. 
Y colorín colorado, estas bodas han terminado. 

Ver métrica de este poema
  • Autor: Albertín (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de enero de 2023 a las 08:38
  • Comentario del autor sobre el poema: El amor sobrevuela las riquezas, por lo visto...
  • Categoría: Cuento
  • Lecturas: 35
  • Usuario favorito de este poema: Lucía Gómez.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios1

  • Juez

    Te salieron rimados las primeras líneas 👍👍

    • Alberto Escobar

      Mi intención era hacer un soneto, empecé con el primer cuarteto y en la siguiente estrofa, un terceto, me cansé e hice lo de siempre, dejarme llevar, pero esta vez en modo poemático en vez de prosístico, como es mi tendencia. Pensé, porque no me apetece escandir versos, hacer endecasílabo el primero, así lo hice, y el resto, a ojo. Está claro que mi etapa academicista, que fue al principio, me queda muy lejos. Lo mío es inspirativo. Pensé en el soneto como manera de contrastar para vosotros mi perfil escritural, y eso, creo, sí lo he conseguido, porque este poema, o llamémosle juguete poético para no entrar en disquisiciones técnicas, es de un cariz distinto a los que vengo publicando últimamente, y eso era, a fin y al cabo, mi principal intención. Un abrazo Juez, y espero que sigas juzgándome.

      • Juez

        Lo mismo digo. Nunca está de más la mano amiga que se acerca y te guía en estas cuestiones. Por cierto que me pareció chistoso lo de mi nombre y que te siguiera juzgando. En realidad m puse de nombre Juez porque me llamo Juan. Y por variar un poco mi nombre (aunque etimológicamente no tiene nada que ver con su remplazo) cambié a la variante de Juez.



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.