Reflexionemos

🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮


Demuestra quien eres, nunca dudes de ti
y dile al mal amigo lo que tanto estresa;
hazle que comprenda todo su frenesí
y espera que la vida lance su sorpresa.


****
Ya no soy en mi
la tersa piel de ayer,
el reloj puso las arrugas
llevándose elásticas tersuras,
ojos sin parpadeos a la hora del recreo,
que ya, viejo, atento miro solo lo invisible.
Vigorosa la mente aún no se fatiga
goza en alerta nostalgias y recuerdos
de esos tiempos que altivos partieron
hacia alquimias propiedad de renovados brujos.
Ágil la memoria se acicala, viajera tenaz,
penitente y peregrina de hedónicas acuarelas.
La introspección triste nos advierte:
amigos y compañeros, como antes sí,
no aparecen en las cenas notivagas
ausencias que tanto duelen y apenan,
cercano tremolar de bandera blanquinegra.
Niñez indiferente a definir futuros largos,
presente inmediato, lúdico y audaz explorador
de las propuestas en la misteriosa vida inicial
trocada en profundos hitos de intercambios,
ciclotímicos entre adolescentes triunfos y derrotas.
Madurez luego de anclajes desde fines e ideales
mientras Biologìa y Ética recogen los sembradíos
amada descendencia de amores y clamores.
Intentos de vencer a Cronos en pura eternidad,
canto premial al apellido y al linaje marginal
cuestión de laudar un vero ocaso asumido
recepción entre Caronte y su Cancerbero
....ó el muy deseado abrazo del Jesús nazareno!
-Alfredo "Charo" Saez-


****
Que broten frases de oro del cofre carmesí,
liberando así mismo nuestra alma buena;
manteniendo la calma, sanando una pena,
con una poesía o con la rosa de Martí.
(Francisco Gutiérrez)


Reflexionar quien eres o quien soy.
Donde sé que quiero de ti, pero ahora no sé que quieres de mi
Piensa en el futuro y lo que nos depara.
Donde primero veas la importancia de ser familia, antes parias.
No comprendo que pretendes ahora.
Cuando te empeñas en creer en promesas vacías y no en tu amor. 
Reflexionemos en lo que debemos ser.
Pero como un todo, que busca lo mejor para subsistir.
Entre los dos podemos solucionarlo.
El enredo debe tener dos puntas, y esas somos nosotros.
G3


Hermosa invencion esta tan humana
el tiempo, tiene todo, pesa como el oro
tanto como en años a la madurez.
Sr. Tiempo por favor detengase
no mira que me estoy haciendo viejo
que mi piel arrugada ya no rima
en mi verso.
Sr. tiempo detengase por favor...
es tanta mi ansia de vivir
de respirar , sonreir
sentir el sol en mi piel
arrugada.
no quiero dormir aún el sueño eterno
tengo cosas por terminar y una que
otra cita de amor que deje olvidada
en mi adolescencia.
déjeme participar de la modernidad
por favor!!
Aún no reflexiono de mi estadía
en este mundo.
MISHA
lg


Mis Reflexiones
Para nunca arrepentirme de nada
debo procurar hacer lo correcto
aunque en el camino hayan prospectos
que me distraigan de la ruta trazada.
***
Vivo con la ilusiòn de dejar huellas
sin irrumpir en los planes de alguno
para avanzar con la intenciòn aquella
que mi recuerdo siempre sea oportuno.
***
Basta de rodearse de gente negativa
que solo traen retraso a los sueños
avancen con ideas nuevas y positivas
que lleven al èxito aunque sea pequeño.
***Omaris Redman***
Ciudad de Panamà


Reflexiones de lamentos,
de alegrías, de complejos,
problemas que no sabía
ni quisiera conocerlos.
Pensar lo que se hace mal,
y lo bueno que se ha hecho,
reflexionar sin parar
mientras de pena me muero.
Quizás en tanto aspaviento
de pensar o no pensar
vivo mi vida al momento
ignorando lo demás.
Reflexiones de mi amor,
mi vocación, mi esperanza,
nada puede destruir
mis reflexiones mundanas
cuando pienso en tu cariño
de la noche a la mañana.
Lucy Quaglia


A veces reflexionar es conveniente,
aireas tus neuronas y se ponen a tono,
las reflexiones son necesarias
pero a veces no se llevan a cabo
y pasas de largo.
María C


"Perdonarse a uno mismo es el primer paso para poder perdonar a otros"
"Reflexionar sobre nosotros y nuestro entorno nos hara crecer,soportaremos mejor las dificultades"
"El junco y el bambú son ejemplos de un crecimiento interior"
"Abrazando la tierra para soportar las fuertes embestidas del viento"


Al amigo del dinero
al que niega tres veces
al del espacio prohibido
y el tiempo rodeado
¿Acaso la vida se compra?
¿Necesita el sol de nuestra ayuda?
¿Quién perdió este reloj?
¡Ay amigo!¡Duerme tranquilo!


Me duele cuando se dicen de los mayores
que somo como Ángel o sabios,
y nos tratan como tontos,
somos persona con nuestros caracteres
y sentimiento, ni tenemos que dar pena
ni tampoco desprecio.
cada uno con sus cualidades y sus defectos.
vivimos nuestros años y lo demás ya pasaran por ello.


Intensamente bello. Saludos cordiales a todos los autores.


Caminemos por la vida
Con un ramito de flores,
Solo sembremos amores
Actitud comprometida;
Mantengamos encendida
Las esperanzas mejores,
Rechacemos los rencores
Y a ese ciego fratricida;
Promovamos siempre paz
Y armoniosa convivencia,
Sin importar que jamás
Piensen en su inconsciencia:
Procuremos la amistad
Y una fraternal conciencia…


Quien encuentra un amigo
halló un tesoro,
En los tesoros seguro hay falsas monedas
Y los amigos nos pueden desilusionar,
esto sucede porque esperamos más de lo que ellos pueden dar.
Demuestra quien eres, nunca dudes de ti.
dale amor a tu amigo;
a las cosas que son feas ponles un poco de amor
SEY


"Me invitaron a reflexionar
y me puse yo a pensar
tengo Amores de verdad
amigos por cantidad
y digo con humildad
¡JESUS! me enseño a ¡AMAR!
HENRY ALEJANDRO MORALES
La Guaira, Venezuela


Camina erguido en la vida,
frente en alto, la vista altiva.
Camina con displiscencia,
haz un alto en las colinas
divisa el horizonte,
busca la luz que ilumina.
Y cuandro tropieces y caigas,
sacude el polvo, lame las heridas
pues sólo vas a llegar,
tus coordenas son tus amigas.


La pintura de mi pincel es la tinta de mi bolígrafo con ella escribo de los altos y bajos de la vida y aunque aveces se agoten las RIMAS yo siempre le doy gracias a Dios por un nuevo dia,pues puedo ver su gracia inmerecida en todo el paisaje a mi alrededor; y aunque el barco de la vida se quede sin combustible yo puedo saltar al mar y navegar hacia la sabiduría donde puedo encontrar quietud para mi alma.
Lesly Nadal Q✒


Reflexionar me permite
Dialogar con mi corazón
Dulce calma me transmite
Y expande mi conexión
Es que me veo por dentro
Mas allá de toda razón
Con mi esencia me encuentro
Oh bendita introspección !
Este encuentro con mi ser
Me salpimentó la vida
Pues me sentí renacer
Y cerraron mis heridas
De mis fallas y errores
Ya se que estoy redimida
Que supere los horrores
De toda flaqueza y caída!
Elideth Abreu


Unas fotos un adiós
tu sonrisa se esfumó
Unas notas un papel
la aventura del saber
De paso en tu viaje
ahí donde el paisaje
se confunde con el lenguaje
te veo transitar
como una estrella fugaz
Adiós amiga.
Hasta la vista.


Solo concluiré con una cosa,
que se debe vivir de tal manera que,
al final del camino
los verdaderos amigos te extrañen,
y un epitafio claramente
y por siempre señale:
AQUÍ CIERTAMENTE ÉL YACE
MAS
SUS DETRACTORES NADIE SABE DÓNDE.


Nacer,crecer,vivir,amar,gozar es el decursar natural de la vida, esa vida que en ocasiones nos reserva alegrías y tristezas,dolor y placer mezcladas en bendiciones o duras pruebas que nos enseñan a crecer.

Intensity ✍️


despacito cayó hinchiendo,
hasta las más profundo
de naturalezas humana,
donde despacito el amor
quedo enterrado.


¡Qué dulce son, linda botella!
A la salud del amigo
que huyó con ella, brindo.
¡Por un amor gaseoso, como el suyo!
Inmaterial e inexistente
nada dejó atrás, yo me incluyo.
Para los dos este presente
y ya concluyo.


Lázaro !
¡ Levántate & Anda !
AbraCadaBrA !
¡ Qué fLuya La Magia !
¡ Ábrete Sésamo !
👥🤦🗣️: Ciérra La Boca Baboso !!
¡ Todo eso ya Lo
Profirieron Otros
LadronzueLo !
ALó ALeLados !
Antes saLuden
y
Luego se turnan para el Escupitajo..
Que sé que No refLexiono.
Que divago.
Que sóLo afLojo La Lengua
Y
Que arrojo Sapos.
Que mi aLma
Es una coLonia de pLagas.
Y que al habLar Devasto.
Pero simpLe y LLano
HaLLo irreLevante el Descargo.
Las opiniones.
Y Los maLos Sarcasmos.
Me Hartan !!
Gente como La Greta Thunberg
o
Los magnates O-eme-Zeros
Tan aLarmistas como poco Sinceros.
¡ Sonceras !
Todas sus Prédicas.
ELitistas a Quienes Nuestra
REFLEXIÓN
Les importa un bLedo.
Pues del Mundo son Dueños.
Y todo a Dedo Lo resueLven
O Lo enrarecen para el Resto.
ESO.
Esa es mi deducción de un Mundo tan
FIERO.
Lo Siento.
O mejor, Me aLegra.
Portar un aLma tan Negra.
En este portaL de Demonios LLamado
TierrA.
Con pseudo Luciérnagas
Buenas para Nada.
Bajo tantos refLectores
Y Arengas SuperSónicas
DesensibiLizantes de Oreja . .
Prefiero fLexionarme
y echarme un Pedo.
Frente a La afrenta
por tanta Peda LabiaL y Harta Lerda
" EspirituaLidad "

👥🤦🗣️: ¡ Stop it Bitch !
Okay peopLe.
Sigan meditando Tibe-THAN🤓S !!!
Anden !
¡ CaviLen !
Que Yo ando en viLo
por La onu, La otan, La unesco.
Y el restante Putanesco
Sin sazón ALGUNA

PLOMAZO333
No.., Signed By : Titanio|333




Debo elegir ser libre para luego ser esclavo, y luego ser esclavo para poder ser libre.
si soy libre de tu amor, soy esclavo de tu olvido
si soy libre de tu olvido, soy esclavo de tu amor
Al final todo se resume a liberarnos de todo para esclavizarnos solo al amor
libres de la muerte, ser esclavos de la vida. Libres de la mentira, esclavos de la verdad.
y el que ama la verdad, y el que ama de verdad
será en verdad libre...
¡¡Jesucristo!!
La esclavitud no un problema, tu amo es el problema, y de quien te hace libre
POR Una voz.


En este mundo el sol castiga la piel
en esta vida el tiempo castiga la piel
en este jardín la rosa hace sangrar la piel
pero debajo de la piel no solo hay sangre
y el espíritu aguarda el momento de liberarse
Aunque aquí pueda que nada cambie
Y se los digo sin tomar la última palabra
pues en el cielo y la tierra nueva habitaran
las águilas que se quebrantaron, pero no se rindieron
y el triunfo las espera en lo alto, en nidos tejidos entre las nubes.
Un triunfo de libertad y sosiego, de paz y de justa retribución que rocíe a la bella flor de la esperanza.
El camino del que escucha la voz de Dios es para siempre,
partiendo hoy hacia el mañana.
Esta vida y este mundo pasajero no es bondadoso con nuestra existencia hecha de niebla
pero el mañana es una promesa que desenmascara a la muerte y la doblega.
El otro reino, el que baja brillando entre las nubes hacia nosotros, el beso de la vida.


ni siquiera se si fue un sueño ---verano 2009
7-8-13
el día de la boda:
¡su boda! tantos años esperando ese día y me encontraba en estado caótico, ni siquiera era consciente de toda aquella algarabía era por mí. todo el mundo estaba como loco yendo de un lado a otro, preguntando cosa que respondía sin meditar, ni saber lo que contestaba, pero tendría que ser lo que lo otros quería oír porque se largaban tan conformen. el aspirante a casado andaba evadido por algún recinto de la casa, no lo avía visto desde que lo advirtió entrando en el wáter a toda prisa.
observo la ropa que estaba desplegada sobre la cama, ordenada como para un gran ritual. acaricie aquella ropa interior, jamar tuve nada igual, el sujetado blanco de blonda, lo acaricio con suma delicadeza. las braguitas tan pequeñas toda bordadas con flores rosas, parecía recién cortada de un jardín, las medias aun es su envoltorio, aquella falda de tonalidades caldera, verde botella, dorados y algunos camuflados, entre un sin fin de simulados ramaje, de un bosque desordenado, dentro de aquellos trozo de tela que figuraba volantes engarzados el uno en el otro. le llegaba a media pierna, que cubriría con unas botas de ante bruñidas. por arriba una blusa transparente en su mangas y del pecho para arriba, el recto de colores como lo del la falda, unos pendientes largo de imitación a azabache y un ancha pulsera compañera, para colgaba en su muñeca, en el cuello no quería quitarse aquel pequeño medio corazón de lo que a ella le parecía plata, y que llevaba mucho tiempo pegado a su piel.
en ese momento se dio cuenta que estaba sin peinar ni pintar, que todo el mundo estaba ya arreglado, en espera que ella terminar. entro su hija en ese momento.
mami, que pasa que esta todo el mundo esperándote, y tu aquí tan tranquila y ni siquiera te has peinado.
hija que prisa puedo tener, llevo esperando este momento treinta años, qué más da unos minutos más.
¿pero no te das cuenta de que tenemos que está en la iglesia a las doce?
si hija ya lo sé, pero tengo tiempo suficiente, me visto en seguida y me peino.
¿no quieres que te ayude?
no, solo yo sé lo que tengo que hacer con este pelo tan rebelde.
¿y no te vas a pintar un poco? te sienta muy bien la pintura.
si para que parezca un cuadro de esos raros que pintas tú.
mama como eres. tampoco te tienes que pintarte tanto, solo un poco de color en las mejillas y labios, en las pestañas un poco de rime.
mira niña, me daré un poco de color en los labios y un poco de colorete y ya estoy apañá.
como quieras, mama, tú siempre te sales con la tuya.
por cierto hija, ¿has visto a pedro?, que raro que no esté aquí dándome prisa.
se te abra escapado como los otros.
muy graciosilla la niña. tirándole una zapatilla sin intención de dar.-anda vete y búscalo, que estará en cualquier rincón rezándole a la macarena para que todo salga bien.
cuando salió su hija se quito la bata que llevaba puesta, quedando desnuda, insolente delante del gran espejo de la cómoda, viendo como los días en su paso groso, le hirieron el cuerpo al mismo rimo que el alma. recorrió con el límite de sus manos el vientre, como dolía mira su cuerpo, se había tornado confuso, lejano, indiferente, palpitando en el final del dolor o del miedo. aquel cuerpo tan impostor y tan suyo. se quedo mirando su cara ajada por el paso de los años, volviendo a ella las imágenes adormiladas, que a veces se descorchaban del alma y la enajenaban.
solo tenía cuatro o cinco años. le costaba desabrochar su memoria. pero jamás podría olvidar aquella mujer morena, de pelo azabache hasta la cintura, unos ojos que radiaba juventud y rebeldía… ella era solo una niña paliducha, con los ojos de amanecida. lo que más deseaba era un abrazo, un beso o una palabra de ternura de aquel ángel negro. siempre caminaba de tras de ella como un lazarillo, demandando una caricia que jamás percibirá, ni siquiera su voz se percibía en su nostalgias
@pase la niñez sumergía en ese caserón oscuro. no recordaba que los rayos de sol me envolvieran nunca mi cuerpo. me tenía que subir en una rinconera que rodeaba el ventanal en forma de mirador. empinaba mis piececitos retirando las gruesas cortinas para ver como jugaba los niños en la calle, cuando sentía los paso frágiles volvía a mi rincón de no molesta y allí permanecía hasta que el olor a comida, me encaminada hasta la cocina donde una rotunda mujeres me preparaba un plato de lo que aquel día estaba programado, la únicas palabras que me dirigía era si había terminado. entonces salía aquel pajarillo que movía su cabecita, como si buscara algo y era como si me diera permiso para marchar, nunca me atreví a pedir más comida y ni siquiera más pan, salía de allí en silencio como había entrado y me iba a mi rincón.
pasaba las hora ensimismada mirando el reloj de cuco esperando que si alguna vez llegaba hasta mi con el pico. me quedaba dormida oyendo el piano, que aquella mujer bellísima tocaba con toda facilidad, nunca me atreví acercarse a ella, me sentaba en la alfombra con las piernas recogidas y las manitas sujetándome el pecho, me quedaba detrás del piano para que ella no me viera. siempre pensé que sería mi madre, pero nunca recibí un beso ni una caricia, no sabía cómo sonaba su voz, la melena azabache y unos ojos negros que parecía no verme, era todo lo que recordaba.
@ un día estando en la cama llego la vecina. antoñita, entre sollozos me tomo en brazos diciéndome.
- pobre niña que solita te quedas, pero no te preocupes yo te cuidare mejor que si fuera tu madre.
aquella mujer fascinadora, se evaporo de mi vida, como la niebla en el amanecer soleado. vivió con antoñita y su marido, un hombre de mirada molesta y andares de elefante. lo que me daba más miedo era su voz hosca. cada vez que lo oía llegar me escondía él.
la buena mujer cumplió como pudo, con la promesa, pensando que no tenía hijos y que el marido era un fatuo ganso, tampoco lo podía hacerlo mejor. me utilizo para que hiciera todas las labores de la casa, lavaba, fregaba, y hacia todos los recados que me mandaban. asistí poco al colegio porque antoñita pensó a los doce años ya sabía bastante; total para casarse, no hacía falta más que saber cómo se utilizaba el dinero y las labores, como me enseño desde muy pequeña a las faenas de la casa. ya estaba preparada para que me saliera novio y casarme.
cuando tenía catorce años me marcho de aquella casa, que ni siquiera pedía decirse que fuera la mía. porque a medida que fue creciendo mi cuerpo, fueron creciendo las miradas lascivas del marido de antoñita. lo evitaba todo lo que podía, hasta que un día me sorprendió cuando la mujer no estaba. me violo. no se atreví a decir nada por temor a que no la creyeran. a partí de ese momento volvieron las agresiones casi a diario. jamás supe si la mujer era conocedora de tales maldades. un día cansada de tanta tiranía, cogí una pañoleta grande, puse la poca ropa que tenia y hui sin das más explicaciones. jamás supo si me buscaron o no. me marche a la ciudad.
el estigma de la huida:
pedí trabajo en un convento, de clausura diciendo que era huérfana y no tenia familia. me pusieron a limpiar las escaleras de mármol blancas. de rodilla y con un gran estropajo de esparto y un trozo de jabón. cuando pasabas las niñas que estaban allí internada, me se quedaba mirando aquellos bonitos uniformes de cuadritos azules y blancos, con sus blusitas blancas y su rebequita azules. un día descubrí algo que me mantuvo pensativa durante largo tiempo.
todas las niñas tenían mama y un papa guapo. que olía muy bien. yo nunca conoció al mío. hasta ahora ni siquiera sabía que existían los padres; lo más parecido que conocí a un papa era el marido de antoñita. y no tenía nada que ver con estos elegantes caballeros, que cogían en brazos a sus hijas con infinita ternura, sus madres eran elegantes y dulces. lo que más me emociono de estas bellas mujeres era que todas sonreían a ver correr sus niñas cuando la veían por el pasillo incluso a ella le sonreía. un día me quedo mirando embobada como se abrazaban sin reparos. una de aquellas damas se acerco sonriendo, me dijo.
que niña más guapa ¿cómo te llamas?
nora, señora.
bonito nombre.
la hija celosa por la atención que dejaba de mostrarle a ella, con la maldad que a veces tiene los niños. cogiendo a su madre de la mano la arrastro pasillo adelante diciendo
no es nadie mama, solo una niña sin familia que, trabaja para las monjas. sintió la loza de la soledad sobre su cuerpo tan pesada que, la impedía moverse.
como le hubiera gustado ser de esas niñas y entrar en esas clases para aprender. un día me escabullo de la monja que me vigilaba y me metí en una de aquellas clases; quede extasiada con lo que explicaba la monja, sobre la historia de un niño que su madre lo puso en una cesta y lo dejo que se fuera río abajo para que no lo matara un hombre malo, que mataba a todos los niños pequeños. cundo más entusiasmada estaba y antes de que supiera como terminaría la historia, entro la monja como una exhalación y me saco de allí de un brazo.
compartía un pequeño cuarto con otra niña mayor que yo, que ni me trataba, ella ayudaba en la cocina a la mojas, incluso comía con ellas. yo solo era la fregona no estaba a su categoría social. me levantaba todos los días con una campana hosca, caminándome a las duchas donde tenía orden de esperar que las niñas terminaran con sus aseos. incluso mi compañera del pequeño habitáculo, tenía dos camas pequeñas y un almario que compartíamos en la parte de arriba unas perchas para colgar nuestra ropa ella, se encargo en dividirlo para que yo no ocupara su espacio, dos cajones, el de arriba se lo adjudico ella y el de abajo para mi, terminado su aseo me encaminaba al comedor, pero para servir el desayuno a niñas que no se dignaba ni a saludarme. después de recoger todo el comedor y llevarlo a la cocina tomaba un café con leche en un tazo dañado por los bordes y algún bollo que se quedaba olvidado, y me marchaba a la limpieza del convento. cundo pasaba por las clases me quedaba parada para oír el murmullo que salía de las puertas austeras, no tenía conciencia de lo que significaba todo, me preguntaba ¿porque ella estaba al otro lado de la puerta? y no sentada dentro escuchando todo lo que parecía más interesante que lo que hacía. nunca pregunte, un día tras otro seguía con la rutina. una monja joven algún día me dedicaba un rato paseando por un jardín hermosísimo, que sola no tenía permiso para visitar, pero cuando sonaba aquella odiosa campana la monjita se marchaba presurosa porque tenía que realizas sus oraciones. en algún momento me entere de que era familia de la que yo suponía que era mi madre, pero mostraba el mínimo interés. “ninguno” parecía que solo se preocupaban de ella, cuando olvidaba su menester. me gustaba recoger los cuentos que me encontraba tirados en algún rincón, veía los dibujitos y más tarde me interesó saber lo que decía, le pedí a mi “protectora” que, me enseñaba a leer, desde entonces dedicaba las noches para repasar una y otra vez las palabras que había aprendido. copiaba todo el cuento, en una libretita que me regalo una niña, cuando me vio escribir en un trozo de papel. jamás pensé que pudiera ser aquel cuadernito, la cosa más apreciada de mi vida, lo guardaba con esmero, me daba prisa por terminar las labores y subía a una azotea donde tendía la ropa, abría la libreta, luego por la noche leía y releía lo escrito. unas de aquellas veces que subía a leer comenzó a llover, guarde mi libreta en el bolsillo y me dispuse a recoger la ropa tendida para que no se mojase, baje corriendo y la metí en mi cajón sin doblarla, porque era la hora de la cena y tenía que servir en el comedor a las niñas que sentadas esperaban impaciente.
cenando después de recoger todas las mesas y prepararlas para el desayuno del día siguiente, me senté en un rincón a cenar sola apareció una mojan como una exhalación con mi compañera de de cuarto detrás de ella gritando.
mírela tan tranquila disimulando como si no hubiera hecho nada.
¿dime porque lo has hecho? me abordo la monja muy enfadada.
hermana dígame que he hecho, le aseguro que no he roto nada.
no se trata de eso, has robado mi ropa.
¿yo? no he cogido nada tuyo, créame hermana, nunca toco sus cosas me lo tiene prohibido.
¿a no? venga hermana le enseñare donde la tiene escondidas.
corrió escaleras arriba y la monja detrás, entrando en el cuarto sin dejar de acúsame, abrió con rabia mi cajón y sacón un enrollo de ropa diciendo, lo ves esta aquí la tenia escondida entre su ropa para que no la encontrara porque sabe que yo no toco sus cosas.
no salía de mi asombro no sabía cómo había llegado aquella ropa allí, pero me acorde y le dije hermana quizá esta tarde comenzó a llover y cogí mi ropa que estaba tendida, pero la de ella no la toque porque no le gusta y adema estaba en otra cuerda y solo cogí la mía.
¡eres una mentirosa! yo he ido a recoger la mía que estaba en el otro y me faltaba estas que la tenias escondidas debajo de la tuya para que no la viera.
yo no me podía explicar cómo llego la ropa allí, no recodaba que la cogiera, aunque lo pensé para que no se le mojara, me acorde que se enfadaría conmigo y la deje es su tendedero.
llore durante toda la noche porque no me dejaron explicarme, si me la quería quedar porque no la guarde en otro lado donde no la pudiera en centrar tan fácil.

otro día me cogió una monja me dijo: tenía que cortar mi pelo porque tenía piojos un día me cogió una monja me dijo: tenía que córtale mi pelo, llore mucho, me gustaban las trenzas, que peinaba todos los días minuciosamente, pregunte ¿por qué? dijo que tenía piojo y no podían consentir que se propagara a las niñas, no sabía cómo había llegado aquellos bichos hasta mi pelo, pero
llore mucho, me gustaban las trenzas, que peinaba todos los días minuciosamente, pregunte ¿por qué? dijo que tenía piojo y no podían consentir que se propagara a las niñas, no sabía cómo había llegado aquellos bichos hasta mi pelo, pero no fue lo peor, la monjita “protectora” me dijo, que me tenía que
-no te preocupes.
-pero donde dormiré, tengo miedo a salir a la calle
-tengo un lugar, una familia de una monja necesita una chica para que le ayude en casa, ya sabe tu problema y se ha ofrecido a ayudarte.
-pero yo no tengo culpa de lo que me ha pasado.
-quizá, pero el colegio no puede permítase el lujo de que las niñas se contagie, se la llevarían sus padres de aquí y nosotras ¿qué haríamos?
- ¿vendrá usted conmigo?
-no hija soy una monja de clausura e hice mis votos solo de contemplación a dios, desde que ingrese de novicia, no he salido jamás a la calle ni veo a mi familia como no sea que venga ellos.
- ¿y cuándo enferma que hace?
-tenemos un médico de siempre, es el que no atiende, yo ayudo en sus visitas y me encargo de cuidar a la majitas que están mayores que no pueden hacer nada.
-y porque no le pregunta al médico si hay algo. para quitar esto bichos odiosos.
-no es conveniente, diría que te descuidamos o que tú eres sucia.
-pero sabe que eso no es a sin.
-no tiene explicación, por ello hay que poner remedio, intentaremos matar los piojos antes de que salgas de aquí para que no contagies a todo el pueblo.
cogió un bote de matar insectos cotidianos derramo su contenido sobre mí la cabeza. un grito de escozor se me escarpo desde lo más hondo de las entrañas. tape mis ojos con las dos manos, mientras golpeaba la cabeza una y otra vez contra la parel. dos monjas no podían parar la furia que desprendía, como loba herida. aun recordaba aquella quemazón penetrante que me hacía perder la razón. tuvieron que llamar al médico porque me salieron unas heridas en todo el cuello cabelludo y la fiebre me hacía delira. el médico no salía de su asombro con el disparate; curo las heridas y alivio la fiebre, aconsejado reposo.
la búsqueda
salía todas las mañanas después de ayudar a juan con serví el café a los obrero o el personal que estaba de paso luego como no servía comidas hasta por la tarde no volvían los clientes a tomar el café ella aprovechaba ese intervalo y con su niña de la mano salía a buscar trabajo, juan todos los días le traía el periódico señalado algún lugar donde podaría preguntar.
así paso un tiempo y cada día la niña estaba más tranquila y también ella, porque engolo, tenía un lugar agradable donde la trataba como persona y juan quería. echo a la niña que se había encargado tanto con que la decía abuelo, a mi no me gustaba que le llamará asín preferís que lo llamará por su nombre pero a él le asía gracia y parecía gustarle.
ella con tinaja ayudando en las labores y por las tardes después de recoger niña del colegio buscaba trabajo.
un día llegó muy contesta y le digo a juan que ha ya encontrado un trabajo en una casa, que mamo era que tenia que ir por la mañana mientras la niña estaba en el colegio y no le podría ayudar con los desayunos pero que limpiarla por la tarde y se lo dejaría todo preparada para la mañana.
chiquilla no te preocupes ya nos arreglaremos , lo importante es que ti encuentres tu porvenir y el se tu hija, porque aquí poco porvenir tendréis.
no sabes lo que le agradezco todo lo que esta haciendo por nosotras, nunca lo olvidaré, aunque encuentre el trabajo de mi vida.
pasaron unos meses y nora cada día estaba más abatida, pero o quería que juan no notará nada, pero un día le dijo que quería hablar con ella.
-nora,¿ que te pasa?
- nada que me va a pasar solo estoy un poco cansada.
- mira soy mayor y muy observador y me gustaría que tuviera confianza conmigo y me con tara lo que te pasa.
- deberás juan que no me pasa nada.
- no me puedes engañar al haremos una cosa acostarnos a la niña y hablaremos como si fuera tu padre.
usted es muy joven para ser mi padre.- bueno he dicho como sin lobfuera.
vale ya veo que no podre mucho tiempo tenerlo callado lo que me está pasando.
tardo un tiempo en encontrar un taller de costura y el problema de la niña lo podía soluciona con una pequeña guardería que estaba junto al taller, se ofreció a llegar un poco más tarde después de ayudarle a juan al café y deja la niña en la guardería y recogerla a la salida.
cuando la dueña del taller vio el empeño y la capacidad de trabajo le dio liberta de horario y ganaría dependiendo de las prendas que fuera capaz de terminar, llego un momento que se llenaba a casa para continuar cosiendo de noche para poder ganar más dinero y poder alquilar una casita y tener para su hija una mejor vida.
fue progresando tanto que zara la dueña del taller le dio la responsabilidad del atender a la clientela y cuidad de los pedidos de tejidos y todo lo que hiciera falta para el buen funcionamiento del trabajo, con ello le puso un sueldo fijo ofreciéndole una casita que tenía de su madre y no había querido alquilar.
un día al recoger a su hija del colegio de primarias donde la llevó para que se fuera acostumbrado a aprender y que fuera una mujer culta y pudiera tener una vida más fácil que la de su madre.
estaba cruzando el paso de peatones cuando un frenazo la sobre salto agarrando a su hija con temor miro con sorpresa y rabia hasta al individuo que con toda prisa se bajaba del coche y pedía disculpa y preguntando si gavia sufrido algún daño.
lo miro con desagrado y leído que le pasaba nada pero que podía haber tenido más cuidado porque podía hacerles daño a los niños que por allí avía, al no le dio ni a pedir perdón cuando ella corría hasta ver a su hija entrar en el colegio.
hola me llamo carlos dijo alargando la mano ofreciéndole un saludos que ella aceptor de mala gana.
me gustaría invitarla a tomar un café para compensable del susto de antes.
no se preocupe, ya paso.
aún así me gustaría invitarle.
muchas gracias pero tengo prisa que llego tarde al trabajo.
puedo llevarla después en el coche y le prometo que no llegará tardes.
no se preocupe ya desayune y no está lejos mi trabajo, adiós.
adiós, dijo el caballero que se quedo sin argumentos
cuando pasaron tres meses se dio cuenta de que algo raro estaba trasformando su cuerpo, y la nauseas y los mareos que sufría en silencio cada vez eran más evidentes, un día la llamo la superiora,
nora, me dice la hermana caridad, últimamente te nota algo extraña.
no se madre, pero solo tengo un poco de debilidad.
si ya me han dicho que no trabajas con la misma ganas que al principio, y que te evade un poco de los trabajos. ¿es que son muy duros para ti?
no madre yo estoy acostumbrada a trabajar y no sé lo que me pesa. por favor no me eche. prometo poner más interés.
no es eso lo que me preocupa niña. y no te voy a echar, pero me gustaría que te viera el médico, por si tienes algún problema que no sabemos.
como usted quiera, pero no debe de preocuparse por mí, seguro que será unos días malos y se me pasara.
bueno si no te importa le diré a d, severino que te haga un reconocimiento, con ello podremos saber más exactamente lo que te ocurre.
d. severino era un hombre mayor, delgado no muy alto y un poco encorvado, parecía una reliquia más de aquel edificio añejo, era amable y delicado en sus hacer. después del reconocimiento del médico, entro la madre con cara de circunstancia. temió lo peor. la moja la tranquilizo.
niña siéntate y escucha, el médico no ha encontrado nada irremediable, si algo que va cambiar tu futuro.
por favor madre dígame lo que sea, estoy preparada.
bien en primer lugar te diré que te puedes quedar aquí todo el tiempo del mundo y que cuidaremos de ti y de tu hijo.
¡que! ¿voy a tener un niño?- dijo tocando con sus manita el abdomen.
si hija, si quieres me lo cuentas, pero te apoyaremos de todas maneras.
la niña no supo que decir, no sabía cómo podía se aquello y además no sabía nada de niños, ni como se traían al mundo, ni como pudo llegar hasta su vientre.
madre tengo que contarle algo que me ocurrió en la que creía mi casa.
de acuerdo niña cuéntame, eso te servirá de desahogo.
le conto todo. los primeros recuerdo de su más tierna infancia, de muerte de la que creía su madre, hasta su fuga de la crueldad de la que fue objeto durante tanto tiempo. la superiora la escucho en silencio con una mano de la niña entre las suyas como queriéndole dar cobijo en su desamparo y contándole la naturaleza de aquella criatura que estaba creciendo en su vientre.
¡una criatura! se decía nora una y otra vez tocándose su ombliguito, era como un milagro, un ser estaba creciendo en ella. tomaría todo el aire que pudiera para que naciera como un remolino, en soplos de libertad en la vida.
jamás se separaría de él, lo llevaría cosido a su cintura, lo colmaría de besos y canticos, y las noches que no pudiera dormir, lo acunaría entre sus brazos, hasta que la noche hullera del día. esta criatura vendría a romper sus inviernos, a atiborrarlos de primaveras.
desde el patio miraba fijo el cielo, pensado que los ojos serian de ese color, como los de ella y se miraba al espejo queriendo descubrir, lo que estaba naciendo en sus entrañas.
la cambiaron de trabajo. ahora trabajaba en el comedor, por orden de la superiora, daba largos paseos por el jardín. una de la mojas que tenia dispensa del papa; porque eran de clausura, para poder salir a cuidar a sus ancianos padres, le dio un poco de pena, viéndola tan sola, cuando toda las internas, venían a por ellas las familias se marchaban con ellos a pasar los fines los fines de semana. a ella nadie venia a visitarla; un domingo en uno de aquello permisos se la llevo para que la acompañara, a ver a los padres de la monjita. era la primera vez que salía a la calle después de algunos meses. ese día fue uno de los más felices de los que ella recordaba; los ancianos la recibieron muy cariñoso, la invitaron a comer pasteles y le regalaron un trajecito precioso para su bebe. comprendió que conocía sus circunstancias.
cuando nació la niña, guapa morena con unos ojos negros como una noche sin luna, su cara redondita, le hechizaba cuando la miraba, y le recordaba otra cara suspirada y remota. cuando la pusieron a su pecho, la primera sensación fue que, aquella criatura quería vacíala, y quiso huir. pero la pesadilla de su infancia la aferraba a aquella chiquilla que llego al mundo con tantas ganas de vivir, solo tenía catorce años, pero ella prometió que jamás se separaría de aquel ser indefenso y maravillo, se propuso a si misma rescatar para la niña la esperanza e ilusiones que le habían rebatado a ella.
¿mama que pasa? esta todo el mundo en la iglesia y tu aquí sin peinar,- era su hija que entraba por segunda vez
no voy a ir.
¿qué?
ya lo has oído, no me quiero casar.
par favor mama, como que has tenido que llegar hasta aquí, con todo el lió que has montado y ahora dices que no te quieres casar, ¿pero no era la ilusión de tu vida?
tu lo has dicho era.
¿ya no? ¿y se puede saber a que es debido ese cambio?
tu no lo entenderías hija.
inténtalo, no soy tan tonta como para no entenderlo.
veras hija tu sabes casi todo de mi vida porque nunca te oculte nada. he querido mucho a los hombres que he tenido, pero ninguno quiso casarse conmigo, eso si después de hacerme un par de críos, salieron huyendo como alma que lleva el diablo, quizás puede que yo lo atosigaba mucho con lo del casamiento o porque le daban miedo de la responsabilidad, del equipaje que yo apartaba.
pero ¿que pasa con pedro? te está esperando.
esta vez he sido yo la que se ha asustado.
¿has pensado en él?
si no he hecho otra cosa desde mi decisión, por ello no me siento capaz de utilízalo para cumplir un deseo, que ya no tiene sentido.
mama los sueños están para cumplidos.
no me siento segura, de que ese fuera mi sueño verdadero.
con toda la vara que me has dado, con tus ilusiones frustradas, ¡ahora me dice que tienes dudas!
no te enfades mi niña, no quiero que mi egoísmo hagan daño a otras personas.
¡no me digas! ¿has pensado el daño que le va hacer a pedro, dejándolo plantado en la iglesia?
no lo voy a dejar plantado.
¿a no? ¿dime entonces como lo vas a hacer?
veras, quiero que vayas a la iglesia y le digas a todos que estoy enferma y a pedro que venga enseguida que quiero hablar con él.
¿pero no tedas cuenta del pitote que vas a crear? mama por favor que no tienes veinte años.
si poder contenerse, comenzó a llorar de tal manera que su hija corrió a abrazarla, intentando cálmala.
perdóname y no te preocupes, que yo arreglare las cosas como mejo pueda. te traeré a pedro y podrás hablar con él.
gracias hija por entenderme.
bueno entenderte, no es que te entienda mucho, la vedad, pero pienso que tendrás tu razones.
claro que la tenia, pero era el único secreto que nuca revelaría a nadie. ni siquiera a su hija que era el paño de sus lamentaciones. jamás será capaz de hablarle de aquella imagen tenebrosa, que se aparecía desde hacía muchos años y que aquel momento, fue la respuesta de su decisión.
cuando salió su hija, siguió con los recuerdos. no podía esta eternamente en un fuego sin quemarse, se negaba a indagar en sus sentimientos, porque las lágrimas la derrotaban y la conducía por un camino sin retorno ni fronteras, por ello no quería ser débil y desbaratar los resentimientos y venganzas, para olvidar las estampas rotas, que tanto daño le hacía.
volvió a sacar brillo a los recuerdos, esparcidos por su memoria durante tanto tiempo.
estuvo en el convento hasta los dieciséis años cuando candela ya tenía dos. quería darle a su hija mejor oportunidad de la que ella había tenido, sabía que las monjas la cuidaba muy bien a las dos , pero allí solo conseguiría que su hija fuera una niña bien educada, pero no quería verla limpiado la escaleras del convento, tenia mejores ideas para su futuro, no quería que la niña se pasara la vida en aquel sitio donde apenas tenía más contacto que las monjas y las niñas que paseaban por los pasillos o jugaban en los jardines; por ello hablo con la madre superiora y le contó su deseo de buscar trabajo fuera del convento, y llevarse con ella a la niña.
mira hija me parece muy bien que quieras prosperar y salir de aquí, eres muy joven y esto te tiene que aburrir muchísimo, pero deja la niña aquí, la cuidaremos y la educaremos hasta que tú tenga un buen trabajo y una casa donde te la puedas llevar, si que tenga que pasar calamidades.
madre le agradezco mucho su ofrecimiento, pero no quiero dejar a mi niña en ningún lado, no me separare de ella por nada en el mundo, no se preocupe, no me iré hasta que no encuentre un trabajo, que pueda mantenerla.
niña recuerda que tienes dieciséis años, donde vas con una criatura a tu cargo, te la pueden quitar, si no la tienes bien cuidada, y aquí siempre podrás verla cuando tú quiera y te será más fácil salir adelante tu sola.
no de verdad que no… es una cosa que tengo clara. es lo único que tengo en el mundo mío de verdad, voy a pelear con uñas y dientes, pero teniéndola a mi lado.
como quieras, pero espera, yo tengo contacto y puedo buscarte algo, donde no tengas que separarte de la niña.
gracias de nuevo madre. esperare.
detuvo de nuevo sus pensamientos, para escuchar el ruido que provenía de la calle, imagino que ya todo el mundo era portador de la noticia, su cordura no la sentía dañada, solo la inquietud de la presencia de pedro la inquietaba, pero no tenía dudas de lo que le diría pero si de la reacción de él, ¿comprendería sus razones? o por el contrario la tacharía de loca…todos en su momento pasaron de sus sentimientos, ahora ella tenía que desafiar los sentimientos de los demás, había llegado la hora de hacer lo que su corazón le dictara y ha sin lo haría.
retorno a los recuerdos que teína pintados en su mente y se remonto al momento del nacimiento de su hija. las monjas, en todo momento la ocultaron de las demás niñas, era como si nora fuera portadora de una blasfemia. la quitado del comedor cuando su tripita en peso a crecer. le metieron en lavadero junto dos jóvenes novicias y una monja mayor que organizaba el trabajo. unas grandes cestas de ropas se amontonaban. ropa sucia, por un lado y la limpia por otro, era una labor interminable, se pasaba el día encerrada en aquel habitáculo donde se mezclaba una acumulación de hedores de humanidades y jabón verde, hecho por las mismas monjas con cáustica y aceite desechado de la cocina, unas grandes pilas de mármol blanco y unas tablas de madera con sus restregaduras gastada, se alineaba en uno de los lados, al finan del tinas de lavado, se encontraba las mesas con sus planchas de hierro, que se calentaba en unos grandes fogones, una puerta daba a un patio de tapias altas, unas cuerdas de un extremo a otro balanceaba la ropa escamondada. con aires de libertas. a veces se quedaba mirando aquellas sabanas, con sus alas blancas que tenia la prerrogativa de pasearse por el viento. en su imaginación se montaba en sus bordes y se desplazaba fuera de aquel momento, imaginado una casita blanca, rodeada de un jardín pequeñito con unas hermosas flores y un columpio colgado de un roble, donde podría jugar su niño.
llevaba unos días con dolores en el vientre, pero la monja le dijo que era normal dado el peso del niño, pero que los dolores del parto eran mucho más intensos. hoy se preguntaba, ¿como lo podía saberlo ella? si se suponía que no tenía ese tipo de experiencias. ese día no tenia gana de levantarse de la cama y se lo dijo a una de las novicias que vino a buscarla cuando la echaron de menos en el lavadero. se encontraba febril y con nauseas.
-nora, debes bajar rápidamente, la hermana está muy enfadada contigo
por favor, dile que me deje quedarme hoy un poco más, en la cama.
ya sabes que no lo va a permitir.
bueno tú ve y se lo dices, a lo mejor se apiada un poco.
bueno yo lo intento, pero seguro que me echa la broca.
dile que me encuentro muy débil, que creo que tengo fiebre y no tengo fuerzas ni para levantarme.
quizás esté un poco acatarrada, le pediré algo para la fiebre y te lo traeré.
gracias.
al poco de salir la novicia, entro como una exhalación la monja encargada del lavadero, con las dos manos en la cintura y ademanes broncos, le retiro la ropa que la tapaba y alzando la voz como si le hablara desde el lavadero.
¡vamos a ver esa enfermedad que tienes tan grave! que no puedas cumplir con tus obligaciones.
¡hermana por favor! tengo fiebre y gana de vomitar, solo quiero quedarme un poco más en la cama.- suplico.
tu lo que tienes es cuento, dijo apenas tocándole con la mano la frente, levántate enseguida si no quieres que llame a la madre superiora.
no por favor no hace falta, me levantare, pero deme algo para este molestias tan grande que tengo.
bien luego iré a la enfermería y veré que te puedo dar, pero ahora baja enseguida, hay mucho trabajo por hacer.
de acuerdo hermana, enseguida bajo.
se levanto como pudo, se lavo y vistió con apenas un hilo de fuerza y grandes dolores, bajo. la pusieron en una de aquellas grandes pilas donde dentro de ella se encontraba la ropa que tenía que lavar, en un momento sintió como sus piernas se mojaba y un charco de liquido se acumulaba bajo sus pies, pensó que se había salido el agua de la pila al movimiento de la ropa, pero no quiso decir nada, por temor a que la monja le volviera a reñir. los dolores cada vez más persistentes no la dejaban apenas respirar.
en uno de aquello dolores, perdió el conocimiento y cayó de bruces sobre el duro suelo. cuando se despertó, el silencio se escuchaba, la había echado sobre un monto de ropa sucia, una novicia le limpiaba la herida que se había hecho en la cara, al caer.
como te encuentras- le pregunto con amabilidad la chica que estaba de rodillas limpiándole la cara.
me duele mucho.
no te preocupes es solo un rasguñó, se curara pronto y no te dejar ni señal.
no me refiero a la cara, sino a la barriga no puedo soportar los dolores.
de eso tampoco te preocupes hemos llamado a d, severino y vendrá en seguida.
porque no me deja que me suba a mi habitación aquí huele muy mal y estoy muy incómoda.
niña esperaremos al médico, y se hará lo que el disponga, ¿vale?- digo la encargada.
no pudo contesta a la monja, uno de aquellos punzantes dolores volvió, extrayéndole de su garganta un afilado grito. la novicia sujeto su mano, apretándola como queriendo protegerla de aquel sufrimiento.
después de un buen rato de estar en aquella situación, donde cada dolor era más desgarrador, apareció el médico con su maletín tan ajado como él, la reconoció y dio la orden de que se subiera rápidamente a su aposento, la monja encargada del lavadero le dijo.
doctor, la madre superiora no quiere que las niñas internas escuche los lamentos de nora, dice que se tiene que quedar aquí.
los dormitorios de las niñas estaban ubicada en ambos lados de un largo corredor lúgubre. la de nora se encontraba final del corredor, en un espacio usurpado al área de las duchas y las moja pensaban que las niñas podrían oír los gemidos de la parturienta.
pero esto es inhumano, al menos prepare unas de esas mesa de plancha, con sabanas limpias, el bebe viene y tiene que llegar en un lugar aséptico.
prepararemos esta mesa que es la que está más lejana de la puerta.
estuvo muchas hora entre la torturas de los agrios dolores, intentando sujetar las quejas que le salían de sus entrañas, cada dolor era un rajón en su pelvis, y cada minuto un milenio en el tiempo.
niña tienes que ser fuerte, este niño viene muy grande y has perdido todo el liquido al romperse la bolsa, que le podía ayudar a salir.
por favor doctor, no me importa el dolor que tenga que pasar, solo quiero que a mi niño no le pase nada.
no es lo que más me importa, en estos momentos eres tú, porque no sé hasta dónde podrás aguantar el dolor.
ya le he dicho que no se preocupe por mí, aguantare lo que sea necesario.
bien toma esta toalla tengo que darte un cortesito para que salga mejor, cuando tenga un dolor no gastes tu fuerza en gritas, muérdela y empuja todo lo que puedas yo tirare del niño, para ayudarle a salir.
las tijeras desgajándole su carne, le hizo desquiciarse detenida en el dolor. sangraba abundantemente, todas las toallas y sabanas eran pocas para empaparla, las monjas no daba a vasto de poner y quitarla debajo de la niña, que se debilitaba por momentos, el médico en su entender ordenaba y exigía que se mantuviera todo limpio, para cuando saliera el niño. las novicias le habían sacado de allí y solo quedaron las monjas del lavadero y la encargada de la enfermería, que parecía tener un poco de experiencia, por unos exiguos estudios que tenia de sanitaria. por fin sobre la siete de la tarde, como un rayo que le paralizo la razón, fue como si un relámpago abrazados le abriera el vientre abrazándole las entrañas, la cabecita de niño salió, el médico con sumo cuidado termino de sacar aquel ser rojo y grande, que parecía tener dos meses de vida. todo quedo por unos momentos en silencio, la oscuridad la envolvió es sus brumas prietas. fueron unos segundos de ausencia. pero enseguida parecía abrirse la parel que tenía al frente. como un faro en la noche de tempestad irradia sus esplendores, la imagen de aquel ser antiguo en sus recuerdos, ilumino la estancia; ella alargo su brazo batido, con suplica para acaparar su presencia pero aquel ser de luz desapareció, dejando tras de ella unas gotitas de serenidad; aquel brazo extendido se agarro con fuerza al colgante que llevaba en el cuello, desde que no tenia recuerdos.
por fin el llanto de un niño, con tantas fuerzas como arrepentido de haber nacido. se le hicieron olvidar los dolores padecidos. se incorporo para ver con temor a que ser con aspecto de renacuajo viscoso.
después de tantos dolores, angustias y un largo letargo de oscuridad, las risas de las dos mujeres que miraba al recién nacido con devoción, las devolvió a la vida.
niña, nos hemos equivoco,- dijo el médico entregando a la moja el bebe liado en una toalla,- es una hermosa niña.
ay dios mío, que mi niña no tenga que pasar lo que yo.
vamos chiquilla, veras como todo cambiara para ella.
¿está bien?, ¿no tiene ningún defecto?
esta maravillosamente saludable, es una niña preciosa
gracias doctor, por todo.
nada, niña yo no he hecho nada, todo lo has hecho tú, ere muy valiente, te has portado como una autentica mujer.
d. severino quisiera ver a mi niña ¿porqué me la han quitado?
la están lavando y quitándole todo lo que tenía feo, además tú y yo tenemos que seguir trabajando, tienes que ser un poquito más fuerte, tenemos que sacar la placenta.
ay doctor, no sé si me queda alguna fuerza,
no te preocupes esto sale casi sola, solo un empujoncito y ya está, luego te levaran las monjitas, te quedaras tranquila y podrás ver a tu niña.
en aquel momento una figura tétrica se difuminaba entre las oscuridades concluyentes del pasillo. “nadie advirtió su presencia”.
toca, toca, la llamada en la puerta de su habitación la evadió de los recuerdos del pasado, ahora tendría que enfrentarse a su presente.
hola nora, me ha dicho tu hija que querías verme. ¿que te ha pasado?
pedro, no puedo casarme.
¿que no puedes?
no y no sé como pedirte que me perdones por ello.
primero me gustaría saber porque has esperado has último
mentó, para decírmelo.
no podría explicártelo, ni yo misma se, lo que me ha pasado.
inténtalo por lo menos, haber si consigo entenderlo, no soy tan tonto.
pedro, eres un buen hombre, pero no estoy enamorada de ti.
ya lo hemos habla eso antes, creí que estaba ya resuelto en tu mente.
déjame terminar por favor, no quiero hacerte más daño ni alarga mi angustia.
de acuerdo continua, pero quiero que sepas una vez más que te quiero con todo mi alma y que prometo hacerte feliz y no dejarte nunca.
pedro eso es lo que más me asusta, no poder corresponderte de la misma manera, mi vida ha sido un desajuste total, no quiero que el único hombre bueno que encontrado en mi vida gastarle la putada de cargar con todos mis absurdos.
se echo a llorar los brazos del la cobijaron tiernamente, acariciando su cabello medio peinar.
-venga no llores me rompes el corazón, no quiero causarte la menos contrariedad. ¡mira lo dejamos para otro momento y te lo piensas mejor ¿vale?
-no me has entendido,- dijo guipando y sonándose la nariz; no me voy a casar ni a viivr contigo, quiero esta sola, me he dado cuenta que estoy tan acostumbrada que ya no sabría vivir con nadie y menos con la única persona que me mea has demostrado verdadero amor, seria mucha responsabilidad para mí no saber hacerte feliz.
mi felicidad es la tuya, si tú eres feliz con esta decisión yo la acepto, pero si algún día piensas otra cosa ya sabes dónde encontrarme, estaré allí ¿de acuerdo?
lo abrazo con más fuerza- gracias cielo, lo recordé. siempre está en mi corazón.
se deslió de sus brazos y camino hacia la puerta sin mirar para atrás, no quería que lo viera llorar. ella se desplomo en la cama con un suspiro balsámico. ya paso lo peor, ahora quería continuar con su vida y dejar pasar el tiempo sin sueños vacíos, de realidad.
de nuevo a solas, con sus recuerdos pincelados de oscuridades, miro largamente el espejo hablador de sinceridades, destacando sus ojos húmedos de desaliento, buscando en su interior la luz que la guiara hasta el lugar del equilibrio. toda su vida estaba allí delante de ella, con dedo acusador, por los errores inconscientes o debilidades de adolecente madura.
pasaban los meses y se impacientaba cada día pensaba en el momento de salir de allí, está metida en un habitáculo pequeño con su niña lejos de las habitaciones de las alunas, no podía salir con su hija de allí, solo de daban permiso cuando las demás niñas estaban en clase o de fin de semana con sus familiares, pero ella quería pasear por la calle con su hija, disfrutar del aire libre y presumir de aquella niña que cada día estaba más hermosa.
como la superiora no la llamaba, se decidió a ser ella la que lo hiciera.
buenos días madre, ¿permite usted uno momentos?
claro que si niña, pasa y siéntate. yo quería también hablar contigo.
usted dirá madre.
veras no se me ha olvidado que te dije, que te buscaría algún trabajo fuera de aquí, pues bien, he hablado con una señora que cose para mi familia, tiene una casa muy grande y además tiene mucha clientela y un taller de costura, le ofrecí que tú podías ayudarle en la casa con la condición de que te diera comida, cama y te enseñara a coser, luego cuando sepas coser bien, te pagara un sueldo, no sé si te parecerá bien, pero es lo mejor que he podido encontrar, ha sin podrás esta todo el día con tu niña, por la mañana le ayudara a hacer las tareas de la casa y por la tarde te incorporara al taller de costura que tiene, tendrás los domingos libres para hacer lo que quieras ¿ te parece bien?
claro que si madre muchas gracias ¿cuando podre incorpórame?
cuando tú quieras, pero te aconsejo que vayas esta tarde a hablar con ella, para que te conozca y tu a ella.
de acuerdo madre, lo hare, gracias.
su primer amor:
era una casa de dos plantas con un pequeño jardín delante, en un barrio conocido de la ciudad por sus variadas casas.
llevaba puesto un vestido nuevo que le hizo una monja, quería dar buena presión. con su hija en brazo, para que desde un principio asumiera que era una unidad. toco el pomo de la puerta que estaba medio encajada, levanto la barbilla para ahuyentar los nervios y espero.
buenas tardes, ¿que desea?
buenas tardes, soy nora, me manda la madre superiora del convento de san miguel.
ah, hola eres tú, pasa, pasa.
gracias señora.
era una señora de mediana edad, redondita, con cara de buena gente, su vestido moderado para su edad, denotaba su afición a su trabajo. la hizo pasar a una salita con su mesa camilla con las faldillas a juego con las cortinas y las fundas de los dos butacones, que a cada lado del ventanal se mostraban acogedores; un aparador donde estaban colados delicadamente el menaje de loza y cerámica, cada uno en su orden y un cuadro grande del un gran corazón de jesús sangrante, llenaba el testero del lado opuesto al aparador.
siéntate niña, está en tu casa.
gracias.
no se atrevió sentarse en uno de los butacones y lo hiso en una silla, aunque le hubiese gustado probar la acomodamiento de ellos.
bueno niña, ¿supongo que ya sabrás las condiciones que le propuse a la madre superiora?
si señora,
¿y estás de acuerdo?
claro siempre que mi niña este conmigo.
por supuesto- cogiendo la niña en brazos- pero que niña tan hermas y linda, ¿como se llama?
candela, se lo puse porque cuando nació sus ojos parecían de fuego.
es un bonito nombre. ven te enseñare tu habitación, mejor dicho vuestra habitación.
de dirigió con la niña entre sus brazos hasta las escaleras que se encontraba en la esquina de la salita; un pasillo con puerta a un lado y otro, serradas en su totalidad mostraba su pulcritud, un gran ventanal al fondo daba la suficiente luminosidad. le fu abriendo puerta por puerta, todas eran dormitorios y dos cuartos de baño muy cuidados; cuando llego a la ultima le dijo.
pasa, esta es la vuestra, ya ves que la cama es grande para que podáis dormir las dos cómodamente y el ropero con dos parte para que pongas tu ropa y la de la niña.
nora se que do embobada, jamás vio una habitación tan bonita, con ventana que daba a la calle, unos visillos recogidos con gracia a cada lado y unas contra ventanas de madera, para cundo quisiera tener más oscuridad, sus mesitas de noche con unas lamparitas a juego con los visillos y con sus peana de hierro, como la cama.
¿te gusta?- pregunto doña enriqueta.
si señora, jamás vi una cosa tan bonita, seguro que estaremos aquí maravillosamente bien. gracias.
me alegra mucho que te guste, mira ya ves que la casa es muy grande y yo sola para todo no puedo viene una señora una vez o dos ala semana, pero es insuficiente, porque yo con tengo cada vez mas encargo de clientas y tengo que atenderlos lo antes que puedo, porque todas vienen con prisa. por eso quiero que tú te encargues de la casa por la mañana y por la tarde te incorpores al taller. ¿tú crees que podrás?
claro que si señora, no se preocupe, mi niña ya tiene dos años y no me ocupa mucho tiempo.
mamaaaa, ¿dónde estás?
es mi hija, baja que te la presentare- ¡hija! estoy aquí ya bajo.
hera más o menos de su edad, pero enseguida le noto el aire de grandeza, la miro por encima del hombro, cundo su madre le dijo- mira estrella, esta es nora, se quedará en casa con nosotros a vivir, y esta es candela mira que cosa más preciosa. no contesto ni siquiera miro a la niña.
mama quiero que me arregle el vestido azul, tengo una fiesta de cumpleaños de susana el domingo.
no voy a poder hija es muy precipitado y tengo muchas cosa por hacer, ponte otro tienes el armario lleno.
no mama ya sabes la gana que tenia de ir con esas gentes, quiero estar deslumbrante.
tu siempre lo estas, te ponga lo que te pongas.
¡venga mama! no me haga la pelota.
de verdad hija no podre.
pues ni tienes a esa ahora, pues que te ayude.- digo en forma despectiva.
nora aun no está con nosotros.
perdón señora, yo puedo venirme mañana mismo si usted quiere.
de acuerdo nora, tú puedes venirte cuando quieras, ya ves que tienes tu habitación arreglada- y dirigiéndose a su hija le dijo- eso no quiere decir que te pueda arregla el vestido.
buen mama de aquí al domingo ya hablaremos- y se fue escaleras arriba si esperar contestación.
bueno chiquilla, hasta mañana si tu quieres, ya es hora del talles y esta las chicas a punto de llegar, te dejo. bienvenida a esta casa.
gracias señora, mañana a primero hora estaré aquí, tenemos pocas cosas que trasladar.
cogió a su niña de los brazos de enriqueta y salió con el ánimo determinado. por el camino pensó que no le había preguntado cuantos eran de familia y algunas otras cosas que tenía en mente. bueno se dijo- mañana tendré oportunidad de preguntar todas mis dudas.
a la mañana siguiente recogió su pocas pertenecías, se despidió de las monjas. “algunas se le escapo algunas lagrimas”. con su niña de la mano llego aquella casa, que era lo más parecido a lo que se atrevía a soñar. enriqueta la recibió con toda amabilidad, la acompaño hasta su habitación. le digo que era viuda, que tenía una niña. la que conoció aquel día, con catorce años y un niño de 16 que estaba en un colegio interno; solo venia los fines de semana.
coloco sus cosas y bajo para incorporarse a las faenas del hogar. enriqueta le digo.
-¿sabes cocinar?
si, le ayudaba a las monjas en la cocina y aprendió muchas cosas.
bien haremos una cosa, como no contaba que supieras cocinar, si quieres puedes encargarte también de la cocina y te daré todos los fines de semana un dinero para que puedas cómprale a tu niña lo que quieras.
vale,- contesto nora entusiasmada.
no me estoy refiriendo a ropa y comida que eso lo tendréis las dos aquí, si no a cualquier capricho, que la niña o a ti os apetezca.
se lo agradezco señora. le aseguro que no se arrepentirá de esto, le estaré eternamente agradecida.
pus no se hable más, empecemos con la casa que tenemos mucho por hacer.
aquel día hizo enriqueta la comida, pues ya la tenía preparada, cuando llego la hora le dio de comer a su hija y comió ella en la cocina, cundo llego celia comió con su madre en el comedor.
mama ¿porque no nos sirve la criada?
nora no es una criada- contesto la madre un poco enojada.
¿no? pues ya me dirás para que la queremos.
hace muchas cosas, me ayuda muchísimo.
pues me parece una estupidez.
bueno hija come y déjame a mi hacer las cosas ¿vale?- dijo enriqueta bajando la voz.
no se preocupo más de la conversación y puso toda su atención en que su hija se comiera el plátano, luego la cogió en brazo y la subió a su habitación para que durmiera un poco, como tenia costumbre todos los días.
el viernes por la tarde llego el hijo. era un chico jovial, cuando la presento su madre, le dio dos besos y a la niña la cogió en brazos, alabando la belleza de la niña. le pareció un chico muy guapo con unos ojos color de ceniza, si saber porque sintió un vagido en el alma, no sabía si seria por el repudio que tenia a los hombres o porque se sintió atraída por él. no lo veía a penas nada, es venia los fines de semana y solo paraba en casa para comer y dormir, la madre se lamentaba diciendo, que el niño no paraba en casa, todo el día con sus amigos, ¡sabiendo dios que!
por navidad, daniel vino con unos días de vacaciones y tuvo la oportunidad de verlo más, cuando se cruzaban por la casa en la miraba con sus ojos de nubes de tránsito, una sonrisa clara iluminaba el ambiente, siempre tenía una palabra amable para la niña que corría a sus brazos, buscando en sus manos algún caramelo, que él le hacía rabiar, hasta que fin se dejaba atrapar la mano. candela cogía el caramelo con aire triunfante.
que se dice- le reprendía nora.
gracias- respondía la niña, volviéndose y echándole los bracitos a cuello.
de nada preciosa, eres la niña más agradecida y más guapa del mundo.
ella corría a descubrir el interior de aquel envoltorio rojo trasparente, y mirando a su madre como pidiendo permiso. nora sonreía, asistiendo con la cabeza.
la noche buena enriqueta la invito a sentarse en la mesa con la familia, era la primera vez que sentía tan cerca de una familia, estaba muy cortada porque la sentaron al lado de daniel, se sentía cohibida ante aquella burlona mirada, pero extremadamente feliz, a pesar de la mirada de vinagre de lucia. hubo regalos para todos; a su niña le regalaron una muñeca de cara de cartón y cuerpo de trapo, para ella un bolso de rafia con flores sobre puesta. se excuso por no tener nada que regalar, un poco ruborizada.
no te preocupes niña, el mejor regalo en este día es, vuestra presencia en esta casa- . dijo enriqueta.
no sabía cómo agradecer tanto cariño y se echo a llorar desconsoladamente.
pero mujer yo creo que te alegrarías y vas a llorar como una madalena, desde luego a las mujeres no hay quien os entienda- dijo daniel como siempre con su sonrisa burlona.
no llores niña que me harás llorar a mi también.
perdonen señora, es que nunca he tenido una cena tan bonita y con una familia tan cariñosa.
pus vete acostumbrando porque de ahora en adelante os sentareis en la mesa con nosotros.
¡mama! protesto luisa con un gruñido de de cotorra herida.
¡tú te callas!, que ya está bien de tan estupidez.
pero hermanita, que te ofende que la belleza de nora que te puede hacer la competencia o las gracias de la niña que tú nunca fuiste capaz de mostrar.
eres un estúpido pelotas.
yo no quiero causar ningún problema. señora yo me retiro con su permiso.
tú te quedas donde estas,- dijo la dueña de la casa en tono de autoridad.
pues entonces la que me marcho soy yo- dijo ofendida lucia.
qué bien, por fin podremos tener una comida agradable si caras agrias.
tú te quedas terminar la cena.
yo ya termine.
bien, entonces espera que terminemos los demás.
se volvió a sentar si volver abrir la boca, ni para comer ni para protestar.
mira nora desde que murió mi marido no celebramos la noche buena como antes, que cantábamos villancicos y atábamos reunidos hasta las tantas de la madrugada , venia familiares y amigos y todo era una algarabía, pero me parece muy importante para mis hijos que esta noche estemos reunidos . por ello he querido que vosotras formaría parte de nuestra familia, que antes era mucho más numerosa.
yo en cabio nunca he tenido una.
eso ya se termino, ya tienes una.
gracias a todos y por todo.
gracias a ti nora, por tu ayuda. quiero decirte otra cosa, llevas con nosotros seis meses y has aprendido mucho con las costura, ya eres capaz de coser un vestido o lo que sea perfectamente, ha aumentado la clientela, por ello quiero decirte que desde ahora tendrás un sueldo todos los meses por tu trabajo.
desde aquel día su vida en la casa cambio, trabajaba por la mañana en las labores de la casa, y por la tarde ya no dedicaba el tiempo en aprender a coser, si no que cosía perfectamente cualquier prenda, pidió permiso para ir por la tarde dos horas a sacarse el graduado. quería tener más preparación porque siempre tuvo grana de saber. en un año se saco el certificado escolar y al siguiente el graduado. los profesores estaban sorprendidos de lo rápido que aprendía y cuanta capacidad para asimilar las cosas.
cuando llevaba año y medio, empezó a darse cuenta de que las miradas de daniel eran cada vez más penetrantes, cuando estaba en casa hacia todo lo posible por cruzarse con ella en cualquier punto de la casa y entablaba conversación con ella por cualquier motivo. un domingo que salió con su hija de paseo, se hizo el encontradizo con ellas.
qué alegría nora, que haces por aquí.
ya ves, dando un paseo con la niña.
¿donde vais?
a dar un paseo por el parque l compare un helado a la niña y luego nos marcharemos para casa.
¿os apetece ir al cine?
no hemos ido nunca.
¿que nunca habéis ido al cine?
no.
pues eso lo arreglo yo, ven buscaremos una película para niños y veras como os gusta.
vale.
la niña tenía casi cuatro años, en un cine echaban el libro de la selva, madre e hija estaban magnetizadas mirando la pantalla, viendo como los animales bailaban y cantaba.
nora sentía el brazo de daniel rozando el suyo, sintiendo como se le erizaba la piel. pero le gustaba aquella sensación nueva para ella. el la miraba de reojo, advirtiendo como de sus ojos se desanudaban destellitos a azules. en un momento de la emoción se cogió al brazo de él y el puso su mano en la de ella que dando los dos embriagados con las miradas.
perdona. – dijo nora, retirando la mano de su brazo.
no te preocupes es adorable notar tu mano en mi.
nora no supo que contestar, notaba la tibieza de su piel envolviendo la suya y estaba azorada, pero feliz. una felicidad hasta ahora inédita en su alma.
cuando salieron del cine la niña estaba embargada con la emoción de la película, contaba una y otra vez las secuencias que más le impresionaron. daniel las acompaño a la puerta de casa y se despidió de ellas, diciendo que había quedado con unos amigos que volvería más tarde. no comento nada a enriqueta, no sabía por qué. pero cayó como si intuyera que no le gustaría nada a su madre, que su hijo hubiera ido al cine con ellas. aunque no se pusieron de acuerdo, el tampoco dijo nada, pero en la primera ocasión que tuvo le dijo.
nora, quieres que el domingo volvamos al cine de nuevo.
bueno,- dijo ella bajito.
pues nos vemos en el mismo lugar y a la misma hora, buscare un cine donde eche una película que le guste a candela ¿vale?
de acuerdo,- dijo con timidez.
se veían casi todos los domingos un par de horas, le conto su historia, que no contaba a nadie, pero él era distinto, era tan generoso con ella y tan cariñoso con su hija, le gustaba sus relatos de la aventuras en el colegio, con su pandilla de amigos, reía a carcajadas con las ocurrencia de él. jamás fue tan feliz, estaba toda la semana esperando que llegar ese momento. es su casa mantenían la distancia, si ponerse de acuerdo su trato era distante delante de la familia y amigos, quizá intuían alguna clase de peligro en aquella relación inocente.
un día si proyectarlo se besaron. estaban sentados en un banco del parque, mientras la niña estaba subida en un columpio, él le cogió la mano que tenia abandonada en sus rodillas, se miraron como si se vieran por primera vez, el rose de sus labios fue inevitable; fue un beso suave, limpio, sin apreturas ni coacciones, los dos quedaron turbados ante tal reacción.
mami, mami, ¡mira qué alta subo!- era candela la que los sacaba de aquel letargo maravilloso. ella se levanto rápida para ir junto a la niña, era un forma de relegar el aturdimiento y volver a la vida. el se quedo allí sentado mirándola, como ajeno a su realidad. cuando ella volvió con la niña de la mano se levanto y camino al lado de ella sin mediar palabra, la niña se cogió de una mano de daniel y la otra a su madre, contaba alborozada su pericia en el columpio. llegaron por primera vez juntos a la casa. enriqueta se extraño que su hijo llegara tan temprano.
como que has vuelto tan pronto ¿te pasa algo?
no mama, es que tengo que estudiar, mañana tengo un examen, me subo a mi dormitorio.
vale hijo, cuando este la cena te llamo.
de acuerdo, adiós nora,- dijo dirigiéndose a la madre, dándole un beso a la niña, que le correspondió con un abrazo.
hasta luego. contesto con el disimulo en la voz.
no volvió a verlo. pidió a su madre que por favor le subiera la cena, no quería perder el tiempo, bajando a cenar. ella casi se sintió aliviada de no tener que verlo, pues no savia si sería capaz de encubrir el palpitar de su corazón.
estaba deseando y temiendo que llegara el viernes, no sabía cómo reaccionaría. durante la semana pensó mucho en aquel sutil beso, sintiendo la misma emoción una y otra vez, pero se decía que no había pasado nada insalvable, que solo fue una cosa fortuita, que no tenía que darle mayor importancia, pero en el fondo sentía como si la hubieran cosido con el beso, a la piel de él.
cuando llego el viernes estaba en casa sola, enriqueta y la niña habían ido al médico y se encontró de cara a él, nada más abrir la puerta. por unos segundos se quedaron inanimados. ella dijo por fin, sacando voluntad.
pasa no te vas aquedar toda la tarde así.
si claro, ¿donde está mi madre? – pregunto como remedio al su silencio.
esta de compras con lucia.
¿y candela?
también está con ellas, tu madre quería comprarle unos zapatos.
entro y soltó su maleta en el suelo y se volvió para ella.
mejor, tenemos que hablar- se sentó cogiéndola de la mano para que se sentara también.
nora no sabes la semana que he pasado no he podido quitar de mi pensamiento lo que paso.
pero si no paso nada, digo con miedo a que él le diera miedo y se alejara de ella.
¡como que no pasó nada!
si solo fue un beso.
un beso maravilloso que los dos añoramos ¿o tú no?
yo, yo,- tartamudeo sin poder pronunciar palabras.
vamos, di que para ti no significo nada.
para mí fue lo más extraordinario que he sentido en mi vida.
¿entonces porque nos comportamos como estúpidos?
¿por qué lo somos?
pareces gallega.
¿y eso porqué?
porque contesta con otra pregunta.
perdona pero me dejas sin palabras.
bueno, he meditado mucho durante estos días y llegado a una conclusión.
¿y cuál es?
que te quiero. si nora me he enamorado de ti como un loco. ¿y tú?
suspiro, dejando autonomía a su corazón.
responde por favor ¿me quieres?
nunca he sentido el amor, por los hombres solo le tenía miedo y un asco terribles, solo con sentir su proximidad. si me sentir transferida al cielo y enajenado todo mi ser el domingo pasado, es lo que se siente cuando esta una enamorada. ¡te amo!
se levanto como un resorte y la levanto en el aire abrazándola con efervescencia. se besaron y abrazaron sin orden, cundo sintieron que llamaban a la puerta de la calle.
por favor súbete corriendo a tu habitación, es tu madre y no quiero que nos vean juntos.
no importa, se lo contemos.
¡no por favor! prométeme que no le dirás nada aun.
está bien, el domingo nos vemos donde siempre.
vale… sube rápido…
en ese momento entro su hija como una exhalación con una cajita en la mano.
mami, mami, mira que zapatos más bonitos me ha comprado la tía enriqueta, - dijo la chiquilla alargando la caja.
ha llegado daniel-era enriqueta la que la saco de su ausencia.
si está en su habitación deshaciendo su equipaje.
vale preparemos la cena- para cuando baje.
daniel,- llamo lucia subiendo la escaleras, - mira lo que me he comprado.
cuando daniel junto con lucia bajo, todo estaba preparado. cenaron entre las algarabía de las niñas, que contaban a unísono las copras de la tarde.
no volvió a hablar con daniel hasta el domingo, en el lugar de siempre. el ya estaba sentado en el banco esperando. se levanto al verlas, extendiendo sus brazo a la niña que al verlo corrió a su encuentro. la atrapándola con su fuertes brazos dándole una gran voltereta. luego se fue agujar con unas niñas que se hallaban en el tobogán. el se volvió asentar junto a nora que ya es hallaba sentada.
hola, no sabes la gana que tenia de que llegara este momento.- dijo daniel con exaltación.
yo también, estaba con muchas ganas de verte a solas.
¿por qué no quisiste que se enterara mi madre?
tengo miedo de que no nos entienda y nos separen. prefiero está contigo poco, que nada.
seguro que mi madre lo entiende.
no estoy tan segura, tu madre te adora y quiere como todas las madres lo mejor para ti.
tú eres lo mejor para mí.
ella no lo entenderá. tengo miedo de perderte, ahora que por fin encontré la felicidad. ¡por favor espera un poco!
está bien amor, por ti haría cualquier cosa que me pidieras.
pasaron unos meses en aquella situación. un día después de irse el al internado, por la noche al sacar el camisón de bajo de la almohada, se encontró una nota con la letra de daniel. leyó con ambición.
ven, ven solo un minuto,
ven con tu ilusión de niña adolescente
y tu amor de ternura incrustada en tu belleza,
ven que quiero decirte que te amo...
ven que te daré mi amor.
te amo.
daniel
sus mejillas se pintaron de amapolas. jamás leyó algo tan lindo y “estaba dedicado a ella” doblo el papel con sumo cuidado y lo guardo entre el cajón de su ropa interior. como el regalo más espléndido que nada ni nadie, podría mejorar. desde aquel día buscaba en la casa libros que sabían que eran de él entre ellos encontró uno de poesía, se titulaba ¡!!!!!!
se aficiono tanto a la poesía, que hasta se atrevió a escribir un poema para cuando el viniera sorprenderlo.
un jueves, se encontraba sola en casa. enriqueta y las niñas estarían todo el día fuera. candela había conquistado el corazón agrio de lucia y siempre que podía se la llevaba, aunque con ella siempre mostraba la distancia. también enriqueta adoraba a la pequeña. la trataba como a una nieta. estaba canturreando mientras quitaba el polvo, a las vasijas que se encontraba en el aparador, cuando llamaron a la puerta.
quedo petrificada.- ¿que haces aquí?
he venido a verte.
¡pero estoy sola!
por eso mismo, tenía muchas ganas de verte y no pude resistir la tentación de esta contigo todo un día a solas.
en ese momento fue consciente de


Sin ningún rito
Sin ningún ramo
Yo te lloré, amigo
No soy familia ni apoyé su duelo
Perdí su amistad
La de los vivos
La del finado no
Él sabía que yo le lloraría


Que alegría, sin quererlo nos saluda un nuevo verano
con sus ilusiones, sueños y sorpresas por descubrir.
Imagino en un paisaje tus besos, ese ansia por vivir
la vida y gozarla hasta el final. Y voy recogiendo conchas
en la orilla para pedirle que te devuelva a mi vida, en la roca
que baña el mar, en el perfume de se derrama por mi cuello,
en la arena que besa mis pies. Tal vez no siempre es el final
quien nos habla, el presente inmediato me dice que siempre
estarás conmigo, por que el primer amor nunca se olvida, aunque
se abra la puerta a todo lo demás.
Lauropolis


Un ladrillo me parecía
Aquello que terminar de leer no podía
Porque amigos somos
En esta comunidad de trovadores
Y pocas normas escritas tenemos
Admiramos la belleza de las flores.

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Comentarios1

  • Nirvana.h

    Te amo

    • 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮

      Hola, un placer. Le hago la cordial invitación a la lectura de mis últimas producciones literarias.



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