"SOLDADO DE MI CORAZÓN"

DianaReydz

Tenía 16 años cuando
lo vi por primera vez.
Bueno, casi 17 por un par de meses
y me tocaba hacer un año de servicio inevitable
fuera de la escuela.

 


Lo recuerdo...
y aún sonrío como tonta,
porque ese día sin pensarlo,
me descubrí... Deseosa.

 


Eran sus ojos...
sus benditos ojos.
mi droga.
Llamas que quemaban.
Un par de balas,
que disparaban a quema ropa.

 


Era su voz...
el sonido que mis oídos
esperaban escuchar
desde el instante en que yo debía
volver a casa...
Porque sólo eran unas pocas
horas las que podía gozar de su presencia.

 


Dios...
yo lo miraba a hurtadillas,
como quien recorre lentamente
una ruta maravillosa cada día.


Pestañeando ante su mirada
seria y misteriosa...
Sus mejillas fuertes,
su delineada boca
y ese movimiento de sus labios carnosos
al pronunciar las palabras...
Intentando, estar lo más atenta
a su explicación precisa y calmada
de cómo cargar y usar un arma.
(aunque por dentro me derritiera como cera)


Cuando yo lo que ansiaba,
cada vez que pasaba momentos con él,
era que empuñara mi cuerpo
contra su cuerpo,
con la misma firmeza y seguridad,
con la que lo hacía con esa Pietro Beretta,
al practicar y dar directo al blanco.


Nunca lo supo.
Nunca se lo dije.
Y, ¡cómo!
si me doblaba la edad y,
de haberme atrevido hacerlo,
antes me hubiera muerto de un infarto,
y yo, solo era una adolescente temerosa
que lo admiraba por ser de pocas
y justas palabras,
disciplinado y discreto
cuando hacia las cosas.


...
Pero todo lo bueno un día tiene que terminar.


Y casi al final del mes de mayo,
después de leer una carta,
él se tuvo que marchar.
Su lealtad ya estaba dada,
y yo, solo era una chica más
que iba a hacer su servicio militar,
no su amada, no su amante, no... nada.

 

 

Lo único que conservo,
es el contacto de su mano estrechando mi mano,
una tímida sonrisa
y un beso inesperado en la mejilla de despedida.

 


Después de ese día
no lo vi más, no tuve de él novedad.
Aún cuando todavía aproveché
el mes posterior a su partida que me quedaba, para investigar dónde podría estar.

 


...

Y es que, de haberlo sabido,
seguro hubiera ido trás sus pisadas,
decidida a no callar más
el ardor de mi agonía.
Pero creo que fue obra del destino divino que así quedaran las cosas.

 

...

Lo cierto es, que aún no lo olvido.
Aún, a veces, sueño y recuerdo el rostro
de aquel soldado de 32 años;
su cicatriz en forma de flecha en su antebrazo.

 

Y quizá algo en mí no ha querido olvidarlo o,
no lo se.
Solo sé que, de vez en cuando,
se me escapa un profundo suspiro,
pensando en él.

 

 

By Diana Janeth Reyes Diáz.

(Diana Reydz)

 

 

Publicado el 27/03/22

12:15am

 

 

Todos los Derechos Reservados de Autoría Personal ©

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  • Autor: Diana Reydz (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de marzo de 2022 a las 03:15
  • Comentario del autor sobre el poema: Gracias por leer y comentar. Saludos! ♥
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 36
  • Usuarios favoritos de este poema: WandaAngel, alicia perez hernandez, Classman.
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