MARÍA (EL BAILE DE LOS ADIOSES)

Gonvedo

Apenas una lasca de tu hueso

para sujetar mi carne,

tú que llevas en las entrañas mi dolor de niño.

Apenas una gota de tu sangre

para coser las heridas que en mi pecho se abrieron.

 

Cuando la noche cae tan cerca

nadie sabe que existo, tal vez me haya ido,

y tejo un último latido a deshora

que me abraza a tu mirada, y nada me reclama

sino tu voz que vuelve para inventar un nuevo día.

Ya no siento el beso helado de la noche,

que camina sobre cadáveres sin nombre

con los ojos a punto de florecer.

En silencio buscamos nuestros muertos,

pero sus rostros son los mismos.

 

A la sombra de los árboles,

los pájaros mueren de soledad.

Veo caer la lluvia y todo se vuelve más frágil,

y yo recuerdo, María, tu perfume de mujer

aún adolescente en el arrebol de tu sonrisa,

y bailabas con tímidos pasos de novia.

 

María no llegó de ningún otro lugar,

ella solo escribe cartas y baila con soldados.

Y volví a bailar contigo hasta estar solos de nuevo,

y entonces mi vida se detuvo,

y como en un sueño nos dijimos adiós,

y dejaste como una herida blanca

una rosa de invierno entre mis manos.

 

 

"Pájaros de niebla"   (2022)

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios5

  • Ben-.

    Muy bello poema, un saludo Gonvedo!

    • Gonvedo

      Muchas gracias, Ben, por tu paso y atento comentario.

      Un cordial saludo.

    • Lale Neda

      Hermoso poema ...para releer anta tantos versos cautivantes....Saludos

      • Gonvedo

        Muchas gracias, mi estimada Lale Neda. Celebro que estas letras hayan sido de tu agrado.

        Abrazos.

      • Antonio Miguel Reyes

        Grande Gonvedo
        Un placer
        Saludos

        • Gonvedo

          Muchas gracias, amigo Antonio M., por tu paso y atento comentario.

          Abrazos.

        • David Arthur

          ......Y volví a bailar contigo hasta estar solos de nuevo,
          y entonces mi vida se detuvo,
          y como en un sueño nos dijimos adiós,
          y dejaste como una herida blanca
          una rosa de invierno entre mis manos.....................un hermoso poema de amor y nostalgia José Ramón.

          Un abrazo amigo
          David

          • Gonvedo

            Muchas gracias, querido, un placer contar con tu huella en mis letras.

            Un fuerte abrazo.

          • María C.

            Ya te dije que me gustaba mucho cuando lo leí por 1ª vez, y lo repito.
            Un abrazo doble
            TA LLUEU

            • Gonvedo

              Muchas gracias, querida amiga, celebro que te haya gustado este poema.

              Petons.
              Ta llueu.

              • María C.

                Bien sabes que si.
                Petons.
                Ta llueu



              Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.