El viento,
parece desprender,
pétalos de un girasol,
no podrá quebrar,
la magia del corazón,
la flexibilidad del amor,
hecha de savia libre,
hojas, flor y fruto.
Raíces,
amarradas al tiempo,
y la distancia,
sea la ruta.
Un cordón umbilical,
te une a la tierra,
regresas,
como los hijos,
tu libertad,
busca tus raíces.
Después de la muerte,
cuantos girasoles,
cuantos rayos de sol,
abrirán
sus manos
abrirán
surcos en la tierra.
La noche se ilumina,
el día se oscurece,
las cenizas giran
en cada rincón.
¿Duermes, siembras…?
Invasion.
Cada día,
Te preguntas,
¿Quién llora por ti?
Cada noche,
te preguntas,
¿Quién hace soñar
tus hijos?
Quizás una lagrima,
un girasol,
algún día,
de regreso
una gota de agua,
sea más nutritiva
para cultivar,
entre polvo y cenizas.
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Autor:
OscarCampos (
Offline) - Publicado: 5 de marzo de 2022 a las 11:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: Violeta, alicia perez hernandez.
Offline)
Comentarios2
Maravilloso. Quedó encantada en leerlo y con ello reflexióno. Saludos
Quizás una lagrima,
un girasol,
algún día,
de regreso
una gota de agua,
sea más nutritiva
para cultivar,
entre polvo y cenizas.
....................
Que intenso cierre das a tus bellos versos... a veces quien mas llora termina siendo cenizas.
Saludos poeta
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