Soporte

Elizabeth Maldonado Manzanero

Su olor penetró mi ser sacudió y convulsionó dentro de mí

me recordé respirar y ser yo misma a pesar de sentirme desplazada

Su boca humeda de deseo y alcohol  se mostro  inmisericorde

lasciva y cruenta mordió mi labio inferior hasta sentir agolparse

 en un brote pequeño gotear mi sangre,

Mi cuerpo fue el refugio de su placer, rechace su egoísmo

me desconecté por completo, sí, recuerdo los momentos

en que me bañaba en una hora y la corriente submarina

me aventaron hasta la orilla de la amplia inconsiencia

de uno a otro extremo del ancho mar que fue mi refugio

para tanta desdicha en que mi cuerpo acayo su ira

ese fue mi salvavidas, que me mantuvo a flote mientras

mi columna recorrería el estremecimiento del dolor la desdicha...

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios2



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.