Óigame, señor del sombrero blanco:
arden las pieles bajo el sol de marzo,
cruje la osamenta en la cuadrilla
mientras se trafican sin descanso
las viles monedas en sus bolsillos.
¿Y no quiere que levante la voz?
Mire, elegante doctor de la ley:
la señora de los ojos vendados,
el fiel adulterado en su balanza,
yace amordazada, moribunda,
entre las fauces del juez sin alma.
¿Y no quiere que levante la voz?
Vea, poderoso señor del agua:
solo llueve del lado de los suyos,
mientras en tierra del sembrador
crispan las llapanas de lomo gris,
y muere la semilla, sedienta.
¿Y no quiere que levante la voz?
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Autor:
Gusechag (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de julio de 2020 a las 18:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Mª..., Almohade, Mael Lorens
Comentarios5
Excelente poema escrito con detalles sociales de profunda demanda de justicia
Justicia que se hace cada vez más lejana apreciado amigo. Gracias por tu paso por mi rincón y por tu comentario.
Un abrazo.
Muy bien expresado, hoy buscando lo encuentro, pero nunca es tarde cuando llegas.
Saludos poeta.
Gracias por pasar por mi rincón poetisa, un honor recibir tu comentario. Abrazo
Un honor encontrar tu rincón.
Abrazos.
si señor, demandas sociales que son muy actuales, un fuerte abrazo.
Si, quiero.
Mas, siento que la fuerza de tus versos
Declamados con la calma del Poeta
Calan hondo en todo este planeta
Sean moros, ateos o conversos.
Pero, no por ello sea pretexto
Llevar la fiesta en paz con el vecino
Cuando este pone piedras al camino
Negándole al hermano el crecimiento
Llenando el corazón de descontento
Por servir a la codicia del mezquino
Revisando mi bandeja me encontre con este comentario tuyo escrito en versos de una rima exquisita. Gracias son muy bonitos. Mil disculpas por no haberlos leido en su momento.
Es el sentir, que aflora derrepente
En el ir y venir de cada día
Ideas que vienen a la mente
En un mundo de penas y alegrías
Caminamos entre tanta algarabía
Que pasamos por alto al desplazado
Que grita,en silencio a nuestro lado
Clamando la justicia, que es esquiva
Que más parece, a veces, una diva
Cuyo rol, tristemente , a postergado.
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