Mis lágrimas - Parte II

LEAVILO

Cuánto daño ella hacía, sin querer dañar se atrevía,

a generar miedo en una pequeña niña.

 

Pobre niña, con esa cabecita llena de mentiras,

estabas sola y sobrecogida tanto que al cielo le pedías,

estar allá arriba.

 

Mamá estaba lejos, trabajando noche y día,

para tenerte con ella por el resto de los días.

 

Pero tú no entendías querida niña,

tanta falta ella te hacía y nadie sabía cuánto te dolía.

 

Ahora entiendes mi querida, que esas lágrimas eran tus amigas,

te ayudaban a soltar todo lo que el cuerpo no resistía.

 

Mis lágrimas, queridas mías eran el regalo que yo quería,

me acompañaron por el resto de los días

a sacar de adentro lo que no veía.

 

Ahora mis queridas amigas no saben cuánto las aprecio por aferrarme a la vida,

aparecen en el preciso momento que las necesito,

para ayudarme a ver de lejos el solecito.

 

Mis lágrimas, pequeñas agridulces,

me han enseñado a soltar de a pocos

aquello que el corazón a roto.

  • Autor: LEAVILO (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de mayo de 2020 a las 23:13
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 13
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.