ÉRASE UNA VEZ, EN UN PLANETA, UNA ESPECIE ÚNICA Y SIN OJOS

Alek Hine

 

(cuento)

 

Érase una vez unos seres sin ojos; no sufrían de hambre ni de sed, así que no necesitaban comer ni beber, por lo que se dedicaban casi por entero a filosofar ꟷcomo seres curiosos, gustaban de aprenderꟷ. Habitaban un planeta cuyas dimensiones eran de unos cuantos kilómetros, tan pequeño que podía ser recorrido en poco tiempo.


El planeta no presentaba montañas ni abismos; era liso en su superficie, casi como una esfera. No contenía agua, así que no había ríos ni mares, y, extrañamente, no tenía desiertos arenosos, era de suelo compacto. Tampoco había plantas ni animales, solamente ellos como especie.


Como no tenían ojos, al principio creyeron que el mundo que habitaban era plano, por lo cual lo denominaron simplemente “Plano”. Además, lo consideraban inmóvil, pues no podían sentir, ni había el modo en que pudiesen inferir, su real movimiento en el espacio. No obstante, como su mundo era tan pequeño, no tardaron mucho en darse cuenta de que en verdad era redondo, como una esfera, ya que podían hacer sus travesías saliendo de un lugar y retornar al mismo por el rumbo contrario. Por esa razón les pareció más apropiado cambiarle el nombre por el de “Planisferio” ꟷplana, cada pequeña zona por separado, y esférico, el conjunto.


Siendo ciegos por naturaleza, no podían ver al astro que les daba luz; sin embargo, podían percibir en sus cuerpos aquel calor direccional y determinar así la ubicación de la fuente. Así es como sabían cuando aquella cosa calorífica estaba por encima de sus cabezas o a nivel del suelo y también cuando “no estaba”. Por la sensación de calor supieron que la fuente calorífica “salía” por un lado y “se ponía” por el extremo opuesto de forma regular ꟷno tenían motivo para pensar, y, por lo tanto, llegar a saber, que era “Planisferio” el que, en realidad, presentaba doble movimiento: de giro sobre sí mismo y de traslación alrededor de la fuente cálidaꟷ. La sucesión de calor y no calor era periódica. Al periodo de calor lo llamaron “día” y al de ausencia de calor, “noche”. A la fuente de calor llamaron “Solo”.


Por no tener ojos, no podían saber que había otros “solos” muy lejanos, pues el calor de esos “solos” remotos les resultaba imperceptible. Siendo seres pensantes, de haber tenido ojos, con toda seguridad algunos de ellos ꟷsi no todosꟷ habrían deducido que habiendo muchos otros “solos” tendrían que existir también otros sitios, otros “planisferios” habitados por seres también inteligentes como ellos. Pero debido a sus limitaciones sensoriales concluyeron que ellos, el lugar rotundo que habitaban, su “Planisferio”, y la fuente que les proporcionaba calor, “Solo”, era todo lo que existía ꟷel mundo todo.

 

 

 

miércoles, 4 de marzo de 2020

 

 

  • Autor: Alek Hine (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de marzo de 2020 a las 21:42
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 29
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Comentarios1

  • 🔥Ls. Angel

    jejeje...
    me caerías muy bien por como escribes...
    pero... pero en fe te inhibes ...

    No a la discusión , solo un comentario

    • Alek Hine

      Carezco de fe religiosa o de esa que apunta a "lo divino". Agradecido y sonriente te saludo.



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