BREVE EXPOSICIÓN DIALÉCTICA SOBRE DIOS, LA TRASCENDENCIA Y LA MUERTE

Alek Hine

BREVE EXPOSICIÓN DIALÉCTICA SOBRE
DIOS, LA TRASCENDENCIA Y LA MUERTE

 

ꟷDios por aquí, Dios por allá… Dios está en cada boca que lo nombra…

ꟷY en cada mano que lo escribe… y en toda cabeza que lo piensa, o mejor dicho, que lo imagina, porque Dios es un ente de imaginación; solo existe en nuestra cabeza fantasiosa.

ꟷ¿Podrías probar eso?

ꟷMi afirmación es algo tan evidente que no necesita ser probada, es un axioma. Por el mundo que nos es conocido, el que se ofrece a nuestros sentidos, donde no vemos ni el mínimo viso o atisbo de ningún Dios real, no podrás decir que no tengo razón, ¿o sí?

ꟷEn verdad no puedo, así como lo planteas.

ꟷBien.

ꟷ¿Podría yo decir lo mismo de un Dios trascendente, que es un axioma?

ꟷNo, pues eso ya no es nada evidente. Tendrías que probar tu audaz afirmación.

ꟷY eso sería de mayor dificultad.

ꟷSi no imposible.

ꟷPor empirismo, no necesito pensar mucho para admitir que me resulta imposible probar mi afirmación.

ꟷAfirmación sin prueba ¿qué es?

ꟷNo lo sé; dime tú.

ꟷPues simplemente afirmación sin prueba, la que, por ser de esa clase, no tiene ningún sentido en el mundo del conocimiento.

ꟷ¿Y qué hay del bíblico Dios revelado?

ꟷ“Revelado al hombre”, específicamente a una etnia de las muchas que hay. ¡Qué suerte!, ¿no? Déjame darte unos datos:

Se han calculado unos 2 billones (un billón es 1 seguido de doce ceros, 1 000 000 000 000) de galaxias hasta hoy; promediando unos doscientos mil millones (200 000 000 000) de soles por galaxia (nuestra Vía Láctea contiene entre 200 mil millones y 400 mil millones de soles), obtenemos la pasmosa cantidad de 400 mil trillones (400 000 000 000 000 000 000 000) de soles en el universo conocido hasta hoy.

Entonces, de entre 400 mil trillones de soles, el Dios del universo elige uno, el nuestro, y de los todavía más numerosos planetas elige la Tierra, y de los millares de etnias elige una para efectuar su revelación. ¿Te parece verosímil? Además, con tan ingente cantidad de soles y planetas, ¿te parece que el nuestro es la única estrella que alumbra al único planeta con vida inteligente? Dicho de otro modo: ¿Crees que somos los únicos seres pensantes o imaginativos en todo el universo?

ꟷCon esos números que hasta mareo provocan, ¡imposible creerlo!

ꟷY eso que me estoy ciñendo a números pequeños, con los datos conocidos hasta hoy, pues es de sentido común que el cosmos se extiende indefinidamente.

ꟷ¿Lo que nos deja frente a la posibilidad de infinidad de soles y planetas?

ꟷQuizá. Ciertamente, un número mayor que un gugol (un 1 seguido de cien ceros), mayor que un gugolple (un 1 seguido de un gugol de ceros), mayor que cualquier número hasta hoy imaginado. Por ahora no tengo respuesta satisfactoria para ese cuadro mental… aunque… si la materia se extiende por todo el cosmos, es lógico pensar que la respuesta a la pregunta deba ser afirmativa.

ꟷSiento que eso supera mi comprensión.

ꟷLa de cualquiera. A diferencia del infinito matemático, el relacionado con el mundo real es difícil de manejar para la mente. Pero no vayamos tan lejos. Restrinjámonos a los números que di y retomemos la idea. ¿Qué podrían decir seres imaginativos, habitantes de otros mundos iluminados por otros soles, sobre ese “Dios revelado a nosotros”, Dios que “nos hizo a su imagen y semejanza” y que, además, lo declaramos ser “Dios creador de todo el universo”? ¿Qué diríamos nosotros si ellos dijeran algo similar, que son ellos a quienes “Dios creador del universo se les reveló” y que son ellos quienes fueron “hechos a imagen y semejanza del Dios del universo”? No obstante, entre ellos y nosotros no hay semejanza física alguna. ¿Te parecería creíble o gracioso que tanto ellos como nosotros afirmáramos lo mismo? ¿No esbozaríamos, quizá con empatía, una leve sonrisa llena de incredulidad?

ꟷDefinitivamente no me parecería creíble.

ꟷDe ahí que la concepción sobre el “Dios revelado” de la Biblia descanse en el antropocentrismo fatuo, la idea “llena de presunción o vanidad infundada y ridícula” de que nuestra especie es el centro del universo. A los antiguos les es justificable su error; pero hoy a nosotros, con esas amplias y profundas vistas telescópicas de que disponemos, el yerro nos sería del todo imperdonable.

ꟷTu argumentación me parece contundente.

ꟷMe gusta llamar a eso “el argumento astronómico o cósmico” o “el argumento del universo”.

ꟷEs como si me borraras a Dios de un plumazo.

ꟷYo no, el universo; igual que hizo conmigo.

ꟷAparte de la prueba, ¿cuál sería la diferencia fundamental entre tu aserto, “Dios, ente de imaginación”, y lo que yo enuncié, “Dios trascendente”?

ꟷAccesibilidad. Tú pones a Dios en zona inalcanzable para todo ser humano: “fuera del tiempo y del espacio” ꟷcomo gustan de decir los teólogosꟷ, pues la trascendencia es “aquello que está más allá de los límites naturales”, según el diccionario. Pero ¿en verdad hay un “más allá de los límites naturales”? ¿Podría existir un lugar donde no exista el espacio y, por ende, existir esa dicha trascendencia? En un Cosmos infinito, carente de límites naturales, no se concibe esa idea; de hecho es imposible, un contrasentido: o hay espacio o hay materia en cada región de toda la extensión cósmica interminable. Por tal razón, esa trascendencia se muestra como otra infundada invención humana. Primero nos inventamos a Dios nada evidente y luego, cuando nos piden evidencias de su existencia, nos inventamos la trascendencia, para seguir sosteniendo nuestro engaño. Una ilusión sostenida con otra ilusión. ¿Te das cuenta de cuán débil es el invento llamado “Dios”?

ꟷMe parece, por lo que me has hecho ver, que muchos de los conceptos humanos han sido construidos muy a la ligera, basados en supuestos poco o nada meditados, sin que aquellos que los idearan se detuvieran a reflexionar si eran congruentes con la realidad.

ꟷTal vez fueron congruentes con la cosmovisión de los antiguos, con su mundo pequeño, limitado; pero ya no con la cosmovisión del presente, con un cosmos infinito.

ꟷLa verdad, aun con todo lo que has argumentado, desearía poder refutarte. Es tanta mi necesidad emocional de Dios, mi necesidad de creer que no es un sueño a causa de esa misma necesidad; pero tu argumento me parece tan sólido que, honestamente, no veo la forma de deshacerlo racionalmente.

ꟷDemasiado bien comprendo esas emociones, ese estado de necesidad psicológica. Entiendo cómo se siente esa necesidad que refieres. Yo la llegué a sentir en forma de un vacío en el estómago, anhelando la inmortalidad ꟷen este momento estoy sintiendo ese vacío, porque me has hecho remitirme al pasadoꟷ. Como yo ni nadie humano podía darme la inmortalidad, mi anhelo o necesidad me llevó a recurrir a la figura de Dios, al Dios inculcado: el judeocristiano. Por un tiempo mi anhelo hizo que tomase a la ilusión por verdad, pero, posteriormente, el descomunal y devastador universo, que no se anda con contemplaciones, me la arrebató, la aplastó, la trituró, la hizo añicos y la redujo a polvo.

ꟷPareciera que disfrutas tus palabras describiendo esa humillación infligida por el universo. ¿Una especie de masoquismo intelectual?

ꟷSi quieres verlo así. La realidad es tremenda, pero saber que estoy en lo cierto me da fuerza para soportar el peso de tan apabullante universo. El amor por la verdad, por esa clase de verdad, fortalece. Poseer esa verdad compensa lo desagradable que puede ser, obteniendo así, paradójicamente, algo de complacencia en dicho conocimiento.

ꟷTodo parece que no hay alternativa frente a la ilusión de Dios.

ꟷAl presente, dada mi pasión por la música clásica, a veces con cierta añoranza por ese Dios perdido, ido el engaño ꟷhoy desengañoꟷ, ante la desilusión divina y con esa sensación de vacuidad en el estómago puedo escuchar la monumental Misa en si menor de J. S. Bach o su Magnificat, o El Mesías de Handel o la Gloria en re mayor, RV 589 de Vivaldi. Música balsámica para la nostalgia, una forma de consuelo por la pérdida de Dios. Nada hay mejor que recurrir al arte para hacer frente a esa realidad, pues negarla no la cambia. No hay más que aceptarla, nos guste o no.

ꟷTus palabras pueden helar a uno, pero al mismo tiempo resultan reconfortantes, como el arte, que, como atinadamente refieres, nos ayuda a sobrellevar las angustias existenciales.

ꟷBien te comprendo si mis palabras te pasman, pero no son más que el reflejo de la realidad del universo que conozco; es como si el universo hablara por mi boca, como si fuera yo su portavoz. Si queremos, podemos amilanarnos y, por temor, negar la realidad y ser como niños otra vez. La otra opción es arrostrar la verdad con valor, o, si se prefiere, ni cobardes ni valientes ante la muerte ineluctable, la que si bien tiene el inconveniente de quitarnos los placeres que nos hacen sentir tanto amor o apego por la vida, también tiene la ventaja de evitarnos, definitivamente, ansiedades y dolor.

ꟷ¡Vaya! ¡Al menos su lado positivo tiene la muerte!

ꟷTantas veces he imaginado a la muerte como un sueño sin imágenes de ensoñación, un sueño sin perturbación de ninguna especie. Cuando uno duerme profundamente, sin soñar, no está consciente de estar vivo. Así veo a la muerte, algo que si bien pudiera no ser del todo agradable ꟷpor la pérdida de todo placerꟷ, tampoco me parece del todo desagradable ꟷpor la ganancia de cero sufrimiento.

 

sábado, 29 de febrero de 2020

 

 

 

  • Autor: Alek Hine (Offline Offline)
  • Publicado: 2 de marzo de 2020 a las 22:27
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 20
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