Tras años he aprendido que las curvas son la pasión,
Las rectas lo uniforme o la monotonía,
Y lo armónico su cuerpo.
Valientes los que dicen vivir sin haber conocido la parábola de su sonrisa,
La que te enseña que el límite no está en el infinito, perfección e inocencia.
Sin la mirada que la acompaña y, que es apartada deprisa,
Y sin sus hoyuelos dulces como puntos de tangencia.
Las atrevidas hipérbolas que forman sus caderas,
Parece una ilusión, pero es que solo mirarla transmite calor,
Tímida, hasta descifrar sus senos y cosenos, ahora puro ardor,
Tiene todo el cuarto incandescente, yo de hielo y mi casa de madera.
Como sus manos, que le dan forma a esa armonía,
Confuso, besos con sentimiento y uñas declaradas a mi espalda en guerra,
Como la sensualidad de todos sus labios, que, para ser descritos,
He de usar un lenguaje no permitido en la Tierra.
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Autor:
Joseaguado (
Offline)
- Publicado: 21 de agosto de 2019 a las 10:55
- Categoría: Amor
- Lecturas: 28
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