Madre soltera

Gustavo Echegaray

Pasada la penumbra,
el trabajo la espera.
Qué importa si a pie,
o sobre ruedas lentas,
qué importa el verano,
la primavera o el hielo.
Importa su marcha firme
hacia el deber eterno.

Ajusta sus herramientas
al primer canto del día;
un trapo cubre su rostro
desde la pálida frente.
Una cajuela gastada,
fiel recolectora de sueños.
Y sudará con entrega
por su pan callado y tierno.

Un hijo sin padre,
al caer la tarde, espera.
Ella volverá cansada,
le dará sopa caliente,
amasará una tortilla,
le contará un cuento breve.
Bendecirá a Dios,
y Dios la bendecirá por siempre.

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Comentarios +

Comentarios3

  • Dreamss

    bravo!! =)

  • Mª...

    Por desgracia hay muchas mujeres que viven eso, y cuando enviudas pues te pasa lo mismo.
    Un saludo.

    • Gustavo Echegaray

      Gracias Maria por tu comentario. Muy agradable momento el volver a tener comunicación contigo.
      Abrazos

    • Victor Ma. De San Lorenzo

      Una madrecita soltera que se esmera
      en salir adelante es algo de aplaudir.
      Muy interesante tu poema, hermano.
      saludos fraternos.

      victor ma.



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