Con pura porcelana se forjó tu figura.
Los cabellos oscuros tu cabeza enmarcó.
La seda japonesa te ciñó la cintura.
Y la antigua cigûeña por tres veces te vió.
Con la antigua prestancia de la matrona eterna,
vas repartiendo frutos, cosecha de tu amor.
Tus ojos orientales y tu mirada tierna,
que calman cosas tristes, que hacen sentir calor.
Cuando consigne toda la esencia de tu vida,
con tus valientes gestas, tu desprecio al dolor,
la cicatriz constante de profundas heridas,
tu parto doloroso tal vez he sido yo.
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Autor:
Luis E. Calderon Romero (
Offline) - Publicado: 13 de octubre de 2018 a las 12:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Mad hatter, Lualpri, alicia perez hernandez, María C., El Hombre de la Rosa.
Offline)
Comentarios7
Hermoso poema.
Gracias
Lualpri
Gracias Lualpri.-Saludos
Cuando consigne toda la esencia de tu vida,
con tus valientes gestas, tu desprecio al dolor,
la cicatriz constante de profundas heridas,
tu parto doloroso tal vez he sido yo.
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Descomunal cierre de tu poema te quedo de DIEZ. saludos y abrazos al pasar por tus letras Luis
gracias Alicia.-Cariños.
Hermano, que bonito esto:
Cuando consigne toda la esencia de tu vida,
con tus valientes gestas, tu desprecio al dolor,
la cicatriz constante de profundas heridas,
tu parto doloroso tal vez he sido yo.
Hermanos, Uds. tienen las respuestas.-Gracias
Muy intenso y hermoso Luís E.
Un abrazo
gracias, Maria.
Gracias a ti por escribir asi.
Muy hermoso y genial tu gran poema filosófico estimado Luis
Un placer pasar por tus letras.
Saludos de sincera amistad
El Hombre de la Rosa
maestro, gracias por su apoyo.
Eres bueno en rima y métrica, Luis. Eso me alegra.
Recibe un cordial saludo.
Cuando la pluma se deja guiar por el alma, que belleza plasma
Un abrazo
Tarde te respondo, pero con mucha admiración hacia ti como poetisa.
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