Luis E. Calderon Romero

Reconocimiento

Con pura porcelana se forjó tu figura.

Los cabellos oscuros tu cabeza enmarcó.

La seda japonesa te ciñó la cintura.

Y la antigua cigûeña por tres veces te vió.

 

Con la antigua prestancia de la matrona eterna,

vas repartiendo frutos, cosecha de tu amor.

Tus ojos orientales y tu mirada tierna,

que calman cosas tristes, que hacen sentir calor.

 

Cuando consigne toda la esencia de tu vida,

con tus valientes gestas, tu desprecio al dolor,

la cicatriz constante de profundas heridas,

tu parto doloroso tal vez he sido yo.