En el nombre del hombre, del hombre nuevo
del padre, del hijo, del abuelo, del hombre amante
y del que ya descansa en paz
quiero echar al viento estas palabras
Tu sacrificio no ha sido en vano
Porque la fuerza de tu mirada
y tus últimas palabras seguirán socavando
La conciencia de tus detractores
Porque tu rostro convertido en mancha
Esa mancha que nadie podrá borrar
Ni malos, traidores, tibios
Y menos tus seguidores
Que tus cercenadas manos
Sigan luchando, forjando, apretando
Halando el metal
Que tus manos prolonguen por siempre la caricia
Los cristos no mueren
Viven eternos
en la mente de los hombres ávidos de justicia, casa y pan
Porque solo se muere al abandonar.
Por eso, mi pleitesía
Rindo homenaje
De pie, erguido
Ante mi cristo de Vallegrande.
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Autor:
kalazum (
Offline) - Publicado: 13 de agosto de 2018 a las 12:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
Offline)
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