Floridos años

Micaela


A nuestras almas de cara a los montes,
donde mi amor peinaba tus flores recién regadas,
y mi sangre se enredaba en tu cabello.
A mis palabras que no te pertenecieron
por estancarse en un aire vacio
que no medio nunca nuestros besos.
A nuestras bocas reducidas a un simple helecho.
A nuestros cuerpos que nos correspondieron,
entrelazando nuestras sombras descalzas,
inmediatas y solitarias,
A los faroles en los puertos como señal nocturna,
por verte libre y sola en la luz mía.
Al galope de esos corceles,
encubriendo los ojos marineros del viento,
erguiéndome otra vez a la sombra de tus besos.

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Comentarios4

  • Emil Cerda

    No pasé, yo sigo allí.

    • Micaela

      Pero yo me fui

    • Alek Hine

      Desordenado, sí, pero eso porque el universo ordenado también exhibe caos, y nosotros, parte del mundo, no escapamos a esa circunstancia . Inconcluso, como la esperanza, pues aún hay vida. Simple, deleitoso en la palabra, con la suavidad del céfiro al fluir entre los valles, o al deslizarse entre las hojas de los árboles y al acariciar el pelo suelto de una doncella.

      Placer nos ofrecen tus letras. Saludos.



    • Tomás

      Claramente divino, ¡me cautivó!

      • Micaela

        Que bueno me da gusto!

      • clonariel

        Bello escrito, con el lirismo perfecto



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