Para marcharse en paz

Ariel Figueroa Gomez

Empezaré por cuando nací.
Ese día mi padre no estuvo ahí.
No me abrazó cuando dije mis primeras palabras.
No recuero de el, bellas miradas.
Ya después, no estuvo cuando aprendí a andar.
No se apareció cuándo murieron mis aves en su palomar.
Lo que de él más recuerdo fue su primer golpe.
Los primeros insultos como que yo era torpe.
Por decir algo, jamás me enseñó a subir las aceras o baquetas.
Es por más decir que yo solo aprendí a atarme las agujetas.
Esa persona no apareció, cuando en cama en el hospital estaba por las noches.
Solo llamaba para dar excusas y decirme reproches.
No estuvo en ninguna de las graduaciones.
Nunca pregunto por mis emociones.
A ningún juego mío asistió,
Y no porque no quisiera más bien porque no le interesaba yo.
Y ahora que me muero poco a poco y lentamente,no le guardo resentimientos;
Pero nada le debo, nisiquiera los más duros momentos.
Se que alguien me amo con todo su ser, y siempre me arropo aún en este tiempo de angustia, la mujer más bella y en momentos mala.
Gracias por aguantarme este poco tiempo, pero ya sabes que me voy;
Mamá.

  • Autor: Ariel Figueroa Gomez (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de julio de 2017 a las 01:17
  • Categoría: Familia
  • Lecturas: 25
  • Usuario favorito de este poema: clonariel.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios1

  • clonariel

    Tristísima declaración!!



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.