Anoche cayó la lluvia
La misma que en mis tardes de niño
jugaba con ella
esa que me mojaba
sin mojarme.
Esa que iluminó mis calles
solitarias
con cristales de ojos
que me miraban
y me envolvían
en un manto
de madre,
amiga,
amistad y juegos…
Bienvenida hermana,
tomarás mi mano
y me conducirás
por esas calles de ciudad
como antes lo hacías
borrando el polvo
y lo convertías
en lodo gris
con el que construíamos
figuras y figuras imaginadas.
Lavarás mis penas,
refrescarás mi alma
y me envolverás
en tu manto
de madre,
amiga
y compañía
en tanto caminaré la ciudad
mirando
con tus ojos de cristal
multiplicados
con sonrisas
de rostros
desconocidos
que te alaban
y bendicen
por ser las primeras
lágrimas de otoño…
Sonrisa y alegría,
aire puro para el alma
y olvido de la mugre
que se respira,
en tanto se camina
por las plomizas calles
de la gran ciudad
contaminada.
-
Autor:
Purenino (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 7 de febrero de 2017 a las 10:37
- Comentario del autor sobre el poema: Reconocimiento agradecido a la caída de las primeras lluvias de otoño que limpiarán la atmósfera de una ciudad contaminada.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., nelly h, María C., jade_azul.
Offline)
Comentarios5
La bendicion de la lluvia para un pais castigado por el humo.
Grandiosas letras poeta, escritas con todo el sentimiento de tu alma agradecida.
Que placer da leerte a pesar de toda esa tristeza.
Un honor.
Felicidades.!!!!
La lluvia, agua hacedora de vida y como bien lo versas, ayuda al hombre a limpiar lo que el hombre contamina. Saludos amigo.
La lluvia que nos contagia alegrías y recuerdos de una infancia ida es agua bendita que sacia la sed de la tierra y limpía el aire de toda suciedad .
Hermoso poema
Un abrazo
Aquí también y fuerte descargó,
a veces es beneficiosa, otras veces hace daño, la lluvia también se enoja, con los seres humanos.
Me gustó tu poema Luis
Un abrazo
La lluvia cómplice que nos lee los ojos, al caer llevándose con el nuestros secretos pensamientos.
me encanto leerte, un abrazo!
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