Respiración

Walberto Díaz

Buscaba vida en tus pechos secos, 

llenos de lágrimas y soledades,

pero sólo soplos de vacío

podías ofrecerme.

No me di por vencido y seguí insistiendo.

De pronto:

Mis  venas ardieron.

Tu corazón galopeó.

Sentí vida, la tuya que me ofrecías,

la mía que te obsequiaba.

Yo, antes Ser inerte,

más vivo que nunca.

Tú, cuerpo reencarnado

lleno de esperanza

bajo el naranjo desnudo.

 

Walberto Díaz

Derechos reservados ©

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.