De bolivarianismo y otras modas...

Jesus Alejandro Reina

No lograría dormir ni en mil siglos

si el cielo se torna blasfemia.

No descansaría si el mar vuelve a ser sangre

vibrante, y febrilmente fría.

 

No crecerán orquídeas,

ni el Catatumbo nutrirá mis anhelos;

mientras vuelen sobre la bóveda de mi éter

los graznidos tenebrosos de un cuervo rutilante.

 

No pululará por las sabanas la epifanía libre,

Ni los  amores florecerán sobre el vigía antillano.

No se  fecundaría de  luz los valles preñados de futuro  

Y las criptas serán mudas antes el clamor lejano,

 

 

Ni la ideología,

Ni la retórica.

Ni los febreros,

 Ni los mares,

Ni riquezas,

Ni la sangre.

 

La muerte nos espeta en la cara su vida

Y Abigor se glorifica en su curul.

 

Y yo moriré mañana,

 Si no me haces tuyo

dentro de los ecos lúgubres

de tus cadenas…

Y Bolivar jamás volvió.

Ver métrica de este poema
  • Autor: El cuenta Historias (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 25 de julio de 2016 a las 13:15
  • Comentario del autor sobre el poema: En este mundo lo más finito es la vida, y lo más difícil. La inmortalidad... Nunca dejemos que la autocracia, el miedo, el desgano, la ignorancia nos consuma. Y seré una voz más en el desierto, y no me cansaré jamás de hacerle ver al mundo entero, y la democracia es un arma de doble filo cuando se populariza. Y a política es una infección cuando su madre no es el servicio.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 53
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.