Jesus Alejandro Reina

De bolivarianismo y otras modas...

No lograría dormir ni en mil siglos

si el cielo se torna blasfemia.

No descansaría si el mar vuelve a ser sangre

vibrante, y febrilmente fría.

 

No crecerán orquídeas,

ni el Catatumbo nutrirá mis anhelos;

mientras vuelen sobre la bóveda de mi éter

los graznidos tenebrosos de un cuervo rutilante.

 

No pululará por las sabanas la epifanía libre,

Ni los  amores florecerán sobre el vigía antillano.

No se  fecundaría de  luz los valles preñados de futuro  

Y las criptas serán mudas antes el clamor lejano,

 

 

Ni la ideología,

Ni la retórica.

Ni los febreros,

 Ni los mares,

Ni riquezas,

Ni la sangre.

 

La muerte nos espeta en la cara su vida

Y Abigor se glorifica en su curul.

 

Y yo moriré mañana,

 Si no me haces tuyo

dentro de los ecos lúgubres

de tus cadenas…

Y Bolivar jamás volvió.