¡Y YO, QUE ORGULLOSAMENTE ME CREÍA HUMILDE...!

EDUARDO FAUCHEUX



¡Y YO, QUE ORGULLOSAMENTE ME CREÍA HUMILDE...!

 

La Humildad es un galardón

que se lleva escondido en un abrigo

que se guarda en un bolsillo, cerca del corazón;

que se demuestra sin alardes, y en silencio, va contigo.

*

Está al reverso del galardón del Ego,

el cual, junto a la Soberbia, siempre posan,

siendo ambos los únicos y los primeros y, luego,

adulan a las almas de sus dueños, quienes los gozan.

*

A veces, mi Humildad, de mi bolsillo se me escapa

e intenta mostrarse a mi alrededor, flotando,

haciendo alarde, como quien un premio atrapa;

como quien, al final, al Ego anda buscando.

*

Ambos, son distintos reflejos

de una misma y personal medalla,

pero, ambos, son adversarios viejos

que por siglos combaten la misma batalla.

*

Quien hace alarde de que una sincera Humildad posee

se disfraza de cordero con vestido de Ego, apenas lo dice;

pero con plumaje de  pavo real un fiel reflejo provee

e imagen de cordero con ego, refleja y contradice.

*

Y yo, que orgullosamente me creía humilde,

escribo en mi honor y me doy cuenta con este poema,

que estoy poniendo sobre mi Ego este acento, esta tilde,

y al que, todavía, llevo conmigo, luciéndolo como si fuera una gema.

*

En un alma sincera -como el fondo del mar cuya virtud es ser

frío abismo, profundo, silencioso, oscuro, sereno, insondable-

esta notable Falta de Humildad, supongo, no debería aparecer,

como aparece el Ego en quien solo existe intentando ser memorable.  

*

 

 

Eduardo Faucheux

26-05-2016

 

  • Autor: Eduardo Faucheux (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de mayo de 2016 a las 15:45
  • Comentario del autor sobre el poema: La Humildad es un galardón que se luce escondido y en silencio. Si se intenta exhibirlo, se convierte por vaya uno a saber qué ley cósmica en Ego, Arrogancia, Vanidad, Presunción, Soberbia...
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 68
  • Usuarios favoritos de este poema: Lita_81, Andrea Mejia, nelida moni.
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Comentarios3

  • Reyshell Mendez

    Con la humildad se nace, quien la pierde muere desde su alma en arrogancia, sin el perdón de un creador con corona de nobleza eterna,," DIOS"

    • EDUARDO FAUCHEUX

      Me gusta.
      Gracias por el comentario.
      Saludos desde La Plata, Argentina.

    • Lita_81

      Concuerdo mucho y eso se requiere de cierto reconocimiento propio y del de los demás, valorar la capacidad o que valoren la otros sin que se le suba el Ego con en los aires de grandeza dejando de ser lo que fuimos para enaltecernos por los méritos propios o ajenos, requiere de mucha sabiduría, entendimiento y desprendimiento, ya lo he visto en muchas personas, no han dejado de ser humanos con esta práctica. buena reflexión, me gusto, saludos.

      • EDUARDO FAUCHEUX

        Buenas noches, lita_81.
        "... se requiere de cierto reconocimiento propio"; ¡ESE, precisamente, es el punto!
        La clave no es estar pendiente de cada acto nuestro para que los demás determinen si uno es o no humilde, sino que uno, profundamente, incorpore ese sentimiento en la propia genética para que uno mismo SEA y no PAREZCA.
        Todo lo demás, pierde importancia a nuestro alrededor, teniendo conciencia que -cada uno de nosotros- somos tan magníficamente dioses en nuestros entornos, como tan infinitamente más pequeños que una mota de polvo en el Cosmos.
        Un abrazo argentino, desde la Ciudad de La Plata, Buenos Aires.

      • Lucy Quaglia

        Me gusta tu rima, muy sensual si se me permite.
        Me paree que es dificil darle un limite a una o a otra emocion, donde empieza una y termina el otro.

        • EDUARDO FAUCHEUX

          Me sorprendió lo de "sensual"; es la primera vez que alguien adjetiva así una rima en mis poemas. Me gustó, te aclaro.
          No hay porqué limitar una emoción... creo. O la tienes o no, si vamos a calificar la Humildad o el Ego como emociones, que, para el caso, no tiene mayor importancia.
          De todas maneras, no se puede ser humilde a medias tintas. O se es, o no se es. Quizás, si consideramos tener un cierto porcentaje de ella, es posible que eso defina la tan famosa "falsa modestia", en donde uno se ruboriza por un halago, pero se ufana que se lo hayan hecho. Eso sí es difícil de determinar para los demás, pero, para uno con corazón y mente sinceros, salvo que se autoengañe, no es difícil saber que el Ego nos tiene atrapados.
          Mi saludo desde Argentina y gracias por el comentario.

          • Lucy Quaglia

            Todo se puede ver sensual, siendo que el intelecto tendría que estar conectado a los sentidos.
            Además la sinceridad es un gran insentivo para una amistad más profunda y el ser sincero en una audiencia tan vasta como Poemas del Alma es arriesgarse al ridículo, lo que también es un signo de entereza y de humildad si se quiere, digamos se puede decir ¡acá pongo el cuello en la guillotina!

          • Hay 1 comentario más



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