Se cuela entra los dedos
que cubren mi cara
un dejo de culpa
por haberte abandonado
a mitad del camino
Llega de vez en vez a mí,
la tristeza por haberte perdido
o porque fuimos compañeros de viaje
solo hasta que tú nombre
me resonó hueco y vacío.
Muchas veces
me detuve en silencio,
solo para encontrar
mis huellas solitarias,
reclamé tu nombre
en mis miedos infantiles
y estuviste siempre presente
en mis culpas y rubores juveniles.
Te fui perdiendo de a poco,
y con los años mi corazón
se fue vaciando de tu presencia.
Fuiste una ilusión necesaria,
y un hechizo mágico de la abuela
para frenar mi rebeldía
Te dejé partir
y tu recuerdo se fue haciendo débil,
como el trompo y la rayuela,
como las escapadas de la escuela
y los primeros besos robados
a la niña nueva.
Te reconozco Dios de Neón,
titilante y frio como la muerte.
Ausente cuando se fue mi hijo
y cuando te llame en silencio
o cuando desesperado
te necesite a mi lado
Hoy no reclamo tu ausencia,
ni espero encontrarte
al final del camino.
No te busco más,
porque estoy consciente,
consciente, de que te has ido.
Comentarios2
cuando se pierde la fe y la esperanza no buscamos mas solo seguimos andando sin mirar atras
Mi estimado Liborio, yo no he perdido la fe, me nitre mi esposa , mis hijos, amigos y amigas, amo estar vivo, simplemente que nuestra propia naturaleza nos impulsa a modificar nuestro sistema de creencias. Pienso que quien basa su espiritualidad en el miedo a lo desconocido, vivirá preso hasta el final de sus días, sin embargo si llega a poseer la riqueza espiritual suficiente para compartirla con los demás, será digna de encomio y admiración.
me disculpas si interprete mal el contenido del poema, creí que habías
dejado de buscar a Dios y por eso mis comentarios.
saludos amigables
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