Y entonces fue el viento,
 que llevaba las coplas,
 que poblaba de sonidos 
 los senderos solitarios.
 Fui viajero y testigo,
 de los milagros albos
 cuando el sol comenzó a pintar de oro,
 los campos cuajados de rocío y verde.
 Fue allí que supe,
 que era hijo y campesino,
 de la tierra buena 
 y de la siembra eterna.
 Tengo los secretos de los hombres,
 y la llama prestada,
 que cuido con desvelo.
 Ese es mi destino...
 ser peregrino
intermitente y buscador
y cada aurora limpiar
las yemas heridas
y seguir escarbando
donde la pupila se pose
creyendo que aquí
terminará mi derrotero
de nómade alucinado.
Carlos Brid
- 
                        Autor:    
     
	Carlos Brid (
 Offline) - Publicado: 29 de marzo de 2016 a las 07:37
 - Comentario del autor sobre el poema: Poema con metáforas sobre la búsqueda del ser y el destino
 - Categoría: Espiritual
 - Lecturas: 45
 - Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
 

 Offline)
			
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.