Te escondiste en mis memorias y allí estuviste alimentándote del beso de mis recuerdos y soñando con un mañana que será pronto, conocimos junto el látigo del amor y estuvimos a un lado de lo pervertido, las sabanas no fueron necesarias.
Me miraste y yo te mire, no miramos, a pesar de que los dos éramos ciegos, nos besamos aunque ninguno tenia boca y nos abrazamos sin contacto, pero nos amábamos porque los dos teníamos alma…
-
Autor:
Gesc (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 25 de noviembre de 2015 a las 00:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.