Con la bendición de los ángeles

Jesus Alejandro Reina

¿Cómo empezaban  esas hojas blancas de miedo?

Eran manos vibrantes y miradas en consuelo

eran los rizos, la suave moldura que recorría.

Y cada uno de sus dedos se volvían

entre los míos aire y agua.

 

Inmóvil, sin más que el hecho del heme aquí,

el melifluo olor de su cuello gana cada verso

que la batalla más fría en mi duda sobre lis

o demonio; y despierto besando sus lunares

uno a uno, como sus manos se enlazan fuerte,            

  aún más sobre las mías; tornando el silencio

en una sinfonía, en un leguaje para los dos.

 

¿Qué es el mundo? ¿Y el tiempo, y el nosotros

y dos almas, y las palabras y el plural vosotros?

Mentiras.

Envidias

del somos, que tanto orgullo cuesta susurrar

ocupados por vivir de piel.

Besar, y acariciar.

 

Los ángeles ahora parecen llegar ¡al fin!

Y yo le entrego mi latir.

  

con la bendición tintineando llegan

 en cascabeles azules,

 envueltos en nubles,

ungidos en incienso,

transfigurando cada beso

 en dulce chocolate.

 

se sonrosan y de reojo observan el consenso

y sobre mí, ella su pureza reclina,

 me regalar  su posesión

y la poesía se escribe sobre sus ojos

todos los días en mi mente.

Ver métrica de este poema
  • Autor: El cuenta Historias (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 9 de octubre de 2015 a las 13:31
  • Comentario del autor sobre el poema: El amor es tan sencillo, como una tarde diáfana, como despertar otra vez...
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 40
  • Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, JesusGodoy76.
Llevate gratis una Antología Poética y suscribite a Poemas del Alma ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.