Cómo no llover siendo nube

Volví oscura, aunque no golondrina

A falta de abrazos
surco a brazas
cielos accidentados -que no estrellados-
con corrientes de suspiros en bocas cerradas
con tráfico de globos y agujas
con rotondas que se esmeran en marear al que aún no sabe conducir su vida

Deberías saber, si alguien me amó
nunca lo supe
ni lo sé
ni me incumbe

Fantasea la soñadora con alguien que en su afán de posesión le dice bajito:
"No hables con extraños porque jamás entenderán tu mecanismo"

Deberías saber, me quedé muda para siempre
pero me quedé musa

Anunciaron ciclones y salí a bailar bajo ellos vilipendiada
puse en práctica lo de ser marioneta sin doblarme en las rodillas
y me clausuré el corazón en un candado para que sólo lo abriese quien yo quisiera,
pero perdí la llave

Deberías saber, a veces muerdo la almohada para acuchillar mis sueños

Tal vez el veneno es plato de buen gusto en otros paladares
quizás en el de alguien que ha querido de manera tersa e intensa
pero que ha sido dañado de manera perversa y rastrera,
y de ahí la intoxicación

Deberías saber, he caído en la cuenta y no quiero levantarme

De qué sirve
tanta huella
tanto camino
tanta montaña
tanta cima
si al final acabaremos en el mismo abismo

De qué sirve
tanta tinta
si no me lees cuando te hablo

Y es que
deberías saber,
yo vivo escribiendo
pero escribo para sobremorir.