Somos tú, yo y la noche,
sumergidos en nosotros,
entre gemidos y un boche
del que son sordos los otros.
Uno, dos y tres besos
y aquel sabor de tu boca,
de tus labios intensos
por los que mi corazón se aloca.
Sentir el sudor de tu piel,
tan frío como la brisa,
y pegajoso como una miel
en un par de abrazos y una caricia.
La blanca luna y las estrellas
testigos son, que lejos brillan,
de aquellas cosas, tan bellas,
que hacemos mientras dormitan.
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Autor:
Esteban Passalacqua (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 18 de mayo de 2015 a las 01:21
- Categoría: Amor
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén, pani, M...
Offline)
Comentarios3
Encuentro íntimo, profundo, sentido.
La noche, las estrellas, la luna testigos silentes de un amor profundo, de una entrega total.
Un gusto leerte
Feliz comienzo de semana
Kavi
- ¡Igualmente Kavi! Un placer tenerte entre mis versos.
Si es verdad, es sensual NO erótico
Buen poema, aunque negra bella flor de ese color, la de tu perfil. Nunca he visto flores negras....palabras como flores punzantes de rosas negras si he escuchado a vces.
Un saludo
kitty
- Bueno, existen aquellas flores. Son nativas de África, y son rosas, pero no precisamente negras, sino, de un morado muy obscuro. Están en riesgo de extinción, puesto que los pobladores del sector en donde crecen, son muy supersticiosos y las arrancan, creyendo que simbolizan la llegada de desgracias...
- ¡Muchas gracias por comentar y tomarte el tiempo de leerme! Y lo mismo pensé, que no era erótico, por eso lo cambié de categoría...
Gracias por la explicación me pasaré por una floristería a ver si puedo admirar una asi ''negra'' o morado muy oscuro.
Merci
kitty
Un anochecer con tanta entrega y amor, que eriza la piel.
Me ha gustado leerlo.
Saludos fraternales, Rafael Molero
- ¡Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar! Un abrazo.
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