Me hieren estos vientos paracas,
que corren obtusos, sin consuelo,
con mantos de polvo y de ceniza,
al filo de un agosto ya sin cielo.
Me duelen sus garfios sibilantes,
clavados en la frágil garganta,
mensajeros del desierto amargo,
pétalos que la piedra levanta.
Enormes, enmarañados, suben
territorios atados a la tarde,
y llegan, sin preludio, por los techos,
sin grito ni campana que los guarde.
¿Qué dicen sus bocanadas frías
cruzando el corredor de mi costado,
si no comprendo el golpe de sus alas
ni el duelo que retumba en los cristales?
Y volverán un día, o tal vez mañana,
con su silicio y su memoria en sombras,
desde el fondo sangrante de las llagas,
a anunciar otra noche seca y honda.
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Autor:
Gusechag (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2015 a las 20:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 218
Comentarios5
Gracias amigo, un enorme halago viniendo de un gran poeta.
Un fraterno abrazo.
Grandioso y genial poema
este que nos has plasmado,
sobre el viento como tema
y el arte como legado.
Un abrazo desde la Mancha de.
joanmoypra
www.sancholanza.blogspot.com
Bello poema, amigo. Tus letras transmiten muy bien el sentimiento.
Me encantó leerte.
Un abrazo.
En primer lugar quiero felicitarte por el hermoso uso del lenguaje.
Un poema hermoso.
Un abrazo amigo poeta.
Un gusto leerte amigo... y describes a Paracas... estamos en contacto poeta y compatriota, un gran abrazo!!!
Gracias Jorge. Es muy gratificante leer tu amable comentario, lo mismo que los poemas que escribes.
Un abrazo
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