INSPIRACIÓN

Alek Hine



 (soneto alejandrino)

 

El paso de una estrella fugaz, al Occidente,

nos hizo recordar que no somos eviternos

y que el amor es nuestro nomás en el presente;

las prendas nos quitamos..., quisimos complacernos.  

 

Selene contemplaba, con una "C" creciente

ornaba nuestro idilio. De los lunares cuernos

la castidad colgamos, y voluptuosamente...

me deleité en sus labios suctorios, suaves, tiernos.  

 

Temblosas parecían también las aladiernas

al tiempo que besaba sus lisas entrepiernas,

camino al roso pubis, en reciprocación.  

 

Y al vernos conmovidos, en clímax, trepidantes,

¡entonces más rielaron los astros titilantes

de aquel soberbio cielo que dio la inspiración!    

 

 

 

VOCABULARIO:

eviterno, na.

(Del lat. aeviternus).

1. adj. Que, habiendo comenzado en el tiempo, no tendrá fin.

Selene. f. La Luna.

suctorio, ria. adj. Apto para chupar.

tembloso, sa.

(De temblar).

1. adj. p. us. tembloroso

roso.

(Del lat. rosus).

1. adj. Raído, sin pelo.

rielar.

(Del lat. *refilāre, de fīlum).

1. intr. Vibrar, temblar.

2. intr. poét. Brillar con luz trémula.

titilante. adj. Que titila.

trepidante.

(Del ant. part. act. de trepidar; lat. trepĭdans, -antis).

1. adj. Que trepida (tiembla fuertemente).

2. adj. Rápido, agitado, intenso.

  • Autor: Alek Hine (Offline Offline)
  • Publicado: 17 de octubre de 2014 a las 18:45
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 115
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Comentarios3

  • Fermín Medina

    Excelente poema con versos eróticos, eso es grandioso porque proviene de 'eros' que en griego es amor.

    • Alek Hine

      Gracias por tu lectura y comentario, Fer. Saludo cordial.

    • Nadie

      "De los lunares cuernos / la castidad colgamos"

      Eso ha estado muy bien, como todo el soneto, pero eso más.

      Un cordial saludo.

    • Alek Hine

      De los lunares cuernos me hubiese gustado ver colgando su tanga, pero no tengo mis brazos tan largos y tuve que conformarme con el colgamiento de la inmaterial castidad, ja, ja, ja, ja.

      ¡Alegría, alegría y salud, Osvald!



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