Una lágrima inscribe su factura en el anotador. Cae, golpea y colapsa
A veces la noche es un poco, para no hacer penar a los charcos,
hablar del silencio impostergable como una caída o una depresión en el camino.
Decir fragancia, aroma de jazmín, pétalo de vos,
de mí.
Entraña que se apunta irremediablemente en el desgarro,
y ceniciento quema el aliento de tus flores en mi ombligo.
Hilar los sueños, sin tentarse de atraparlos,
enmarcar el blanco hielo y encima no poder decirlo.
Saber que todo, nunca es todo.
Que siempre tampoco es siempre y que nunca,
pudo haber sido, alguna vez amor.
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Autor:
Vatinita (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 25 de agosto de 2014 a las 22:57
- Comentario del autor sobre el poema: Gracias a los que se toman el ratito de leer y a los laten en letras para otros lectores/disfrutadores, como yo. Que sería de mis bajos sin las voz escrita ¡viva la poesía!
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 114
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