Dejarme tranquilo.

Araceli Vellber

Me apretó el brazo sin mirarme.

Pensé, este es el adiós definitivo.

El que deciden los cuerpos,

Sin que la mirada sea testigo,

Sin un cruzar de ojos en un día de aire frio,

Sin una palabra entre dos cuerpos vacios.

No contaremos aquello que hemos ido sumando

Y si sumaremos, todo lo que nos ha restado.

Me apretó el brazo

Como se me hubieran apretado el hígado

Como un golpe bajo

Como un mordisco en la entrañas.

El corazón no me dolía

Solo notaba sus pulsaciones, pero en estado de melancolía.

Me abrace al timón

Para reconducir  a puerto la nave herida y su deriva

Entre los impulsos de la tempestad

Y la bruma enfurecida

Pero solo sentía el apretón en un brazo

Como un yunque caliente en el estómago.

Por eso dejarme tranquilo

En el viejo sillón de la esquina

Aquel descolorido por el paso del tiempo

Arañado por las noches en vela

Arrugado de nuestros largos silencios.

Dejarme tranquilo

Las manos cruzadas, la sonrisa blanca

La cara helada del aire frio.

Me apretó el brazo

Me quede tranquilo

Quizás ya lo dejaremos todo quieto

Empezaremos en otro sitio.

  • Autor: Araceli Vellber (Offline Offline)
  • Publicado: 13 de mayo de 2014 a las 03:15
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 70
  • Usuario favorito de este poema: Maria Gomiz Luna.
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Comentarios2

  • bambam

    Buen final
    saludos de bambam

  • Peregrina

    Me agradaron estos versos...
    Saludos amistosos de
    Peregrina



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