Juan sin dientes bajó una mañana
pecho al frente del sol y la bala,
con la sonrisa del que no tiene nada que perder,
con la esperanza del crujido de la masa tostada,
fue buscando lo que le ofrecieron,
en la caja de cristal que habita en su sala,
fue a llenar sus platos inhabitados y su parrilla huérfana,
fue a vestir su cuerpo en harapos,
fue a buscar su cigarro y un whiskey,
para convertirse en humano,
para parecer gente,
para por un breve instante ser alguien
para salir un milímetro del barrio.
Juan sin dientes ahora es una foto y una vela,
en una repicita,
en la misma sala,
desde ese 27 de febrero.
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Autor:
La Pared del Barrio (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2013 a las 17:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuario favorito de este poema: Angst.
Comentarios2
Muy bueno!!!to de nada", recibe mi saludo y a brazo.
muy bien me gusto mucho amigo saludes te deja david98
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