Intimidades

Patricia Elena VILAS

 

Las luces de la ciudad

Ciegan mis ojos

Y ya no puedo verte.

Está tu imagen que amo,

tan pegada a mi deseo,

quieta entre dos muertes,

enamorada.

Está tu imagen que amo,

Tan pegada a mi deseo,

Veo los latidos de tu adiós muerto

Como una estaca.

Soñé que te habían robado el alma

Cuando nos mezclamos como el mar

y la arena, lejos,

hace tiempo.

He vuelto a ver los dorados pinos

que dulcemente, rozan la nieve

con las ramas más bajas,

salpicados, cambiantes colores

de las hojas.

Regresarán follajes,

se entrecruzarán las ramas.

y retornarán a su hueco de sombras,

al centro oscuro,

donde una vez durmieron.

Una mujer sola

contemplando el majestuoso mar,

augurando desdichas, a su lado

pasan las gaviotas,

el mar se retira cubriendo

sus piernas con un manto de algas,

y allí se quedó pensando en su infancia,

tendida boca abajo.

  • Autor: Alondra (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 11 de febrero de 2009 a las 16:10
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 192
  • Usuario favorito de este poema: Patricia Elena VILAS.
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Comentarios3

  • Faeton

    Los ocho últimos versos me han gustado mucho. Rezuman una hermosa nostalgia. Te quedó muy poético ese "manto del algas".

    Saludos, Alondra.

  • ffiqui

    Wow, puedo no tener mucho criterio en la poética, pero estos versos son ciertamente estremecedores...
    las imágenes que evocas son muy buenas... sin palabras...

  • amandagris

    que belleza, me fascina, tiene un cadencia especial, saludos se una pltence a otra. parece que somos unos cuantos de la tan bella ciudad de las diagonales.



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