Los Conjuntos Humanos (FRAGMENTO) interesante

Isaac Amenemope

Los Conjuntos Humanos (FRAGMENTO)

CONJUNTOS No resulta para nada sencillo entender la naturaleza de los Conjuntos Humanos. El mapeo del entorno; lo que es y significa identificarse con el movimiento y sus facetas dinámicas, parecieran dibujar los cursos orgánicos y la creación de las redes neuronales precisas a esas exigencias, en los modos como se energizan, y proyectan, volviéndolas obvias con relación a sí mismas, es decir, les da apariencia. 
La creación de esa realidad aparente se vuelve objetivamente posible una vez que ellos consiguen dimensionarse, entonces empiezan a aparecer las primeras impresiones, que les llegan a través de los sentidos; como un reflejo idéntico de lo que hay. Es como si los sentidos ya se encontraran calibrados para percibir lo que existe, cuando lo cierto es que, cada dimensión a la que los Conjuntos Naturales acceden, representa un mundo en sí mismo. Los Conjuntos Humanos van accediendo a esos mundos, a medida que cursan la historia natural del movimiento, volviéndose partícipes de fenómenos evolutivos únicos; dando lugar a procesos singulares compartibles, trabajos complejos que tienen que ver con la forma cómo se emparentan al ambiente, y cómo evolucionan a la par del cambio.
El planeta representa un Conjunto Natural mayor, un contexto dinámico, fuera del cual los CH no podrían reconocerse tales. Las fuentes de energía, como las estrellas y el sol, son también Conjuntos Naturales que anteceden su prehistoria.
Los CH representan un enlace vital en la historia del movimiento, tanto por lo comprometidos que se vuelven con relación a él, como por las formas de dinamismo que adoptan una vez que esa compenetración se vuelve inseparable. Se diría entonces que dentro de los Conjuntos Humanos, los seres humanos representamos la mínima expresión de lo que conocemos como realidad. Esa realidad representa el mapa que los seres humanos consiguen reedificar, y que luego representan en sus CH, por dentro y por fuera. 
Los seres humanos comprometen toda su estructura para que tal fenómeno ocurra, y a cambio adquieren cualidad indivisa (individualidad). Pero hay que tener en cuenta que todo esto sucede dentro de las fronteras de los CH. Tanto lo que sucede dentro de las márgenes de los CH, como aquello que ha podido suceder fuera de ellas, cobra especial interés sólo en lo que ha comprometimiento perceptual se refiere, es como decir, que existen planteles o capas consecutivas recubriendo al ser.
Cuando un individuo observa, la realidad que proyecta en su red neural es idéntica a la que comprende el CH donde existe. Todo lo que alcance a percibir con sus sentidos es del CH, por dentro y por fuera, mapeado en su red neural, aún resultando ella tan estrecha. Sólo se requiere un poco de energía biocuántica para que suceda. El CH por dentro son los individuos. El otro existe para que un CH sea capaz de verse por dentro a través del individuo. 
Se trata de un proceso con tal grado de transparencia, que resulta totalmente invisible para los sentidos. Lo que para un ser humano que observa se encuentra en apariencia vacío, es todo lo que no alcanza a percibir de sí en su CH; mientras que la realidad con contorno, y estructura son y resultan idénticas al fenómeno del percibir. Así que el mundo que el individuo percibe, y comprende, no es más que una parte del contorno de lo que realmente representa el CH donde se mueve. La realidad representa el reflejo de ese guión en el mapa interno del individuo como soma, y se traduce en una realidad, o biósfera local a la vez.


Algo que caracteriza a los CH es su dificultad para moverse, de hecho, un ser humano se mueve en sus mundos tan rápido como lo hacen las células que le envuelven, va tan lejos y dura lo que ellas. Por eso resulta más fácil para un individuo en su condición, moverse con el conjunto, mientras este hace su trabajo. El soma es la representación del CH como un pentasistema. La línea donde se sitúa el ser humano posee cuatro caras, tal como aparecen organizadas las membranas: La cara externa del borde interno da a la dimensión humana, que es el único punto en espacio y tiempo reales que resulta visible, y constatable, una zona a la que llamaré Zona de Tiempo Muerto, la cual abarca la historia personal del individuo en su zona de espacio tiempo, o Zona de Tiempo Corriente. La cara interna del borde interno se encuentra impregnada de esa dimensión, tal cual como en una pantalla (transparencia) desde donde es reflejada; lo que viene a representar la cara interna del borde externo, o los sistemas reticulares como organismos multicelulares individuados. En esta zona de vida los CH se comportan como unidad orgánica accionaria integrada a un sistema de sistemas (conmutador de sistemas). La cara externa del borde externo muestra facetas multiversas de lo que representa, o de lo que deja ver, incluyendo el desplazamiento (bordes o contornos).
El cuerpo en los sentidos físicos ha sido pregnado de tal forma, y con tal intensidad, que el efecto contraído es una impresión resintetizada, y recondensada, que se amolda a imagen y semejanza de sí mismo. 
Gracias a ellos, los órganos sensitivos, los CH consiguen reproducirse, en todos los planteles de la evolución que conllevan. No pueden manifestarse, y ver el mundo a su manera, sin toda la síntesis continua que los reatomiza mucho antes de que se disgreguen en el ambiente. Toda la complejidad legitimada en el cuerpo humano está enraizada a los modos cómo se reproducen estos eventos.
¿Cómo los seres humanos pueden verse inmersos en semejante proceso? Lo que significa corresponder a toda la serie de cambios, y eventualidades en los diferentes estadíos en que se suceden.
La respuesta es que se necesitan esas historias, se precisan que Cascadas de Eventos surtan de fondo la trayectoria del movimiento; al menos durante el tiempo que le toma a esa trayectoria dar al punto de partida.
Las relaciones biocuánticas (metabolismo) trazan ciertas clases de rutas, cuyo principal fin es llegar al punto de partida. Allí donde termina una reacción comienza otra; y lo que en un momento puntual forma parte de un componente dado, al siguiente es estructura de otro. El único modo de que accedan a esos ritmos dinámicos es interafectándose, y para poder hacerlo necesitan moverse.
Dentro de los CH, en su ambiente, los elementos con mayor libertad de movimiento (gases y líquidos), procuran actividad en la estructura, o la tornan dúctil, de manera que ella pueda responder a otra clase de actividades, en otras condiciones, y en otras situaciones. Así que el organismo alcanza a ser lo bastante sólido, lo que produce una interface que pone o coloca a los elementos al contraste de estados distintos, una condición que le va a permitir distinguirse operativamente, y a la vez le da capacidad para seguirse moviendo. 










Siendo sólido en muchos sentidos, el organismo humano, está proveído de autonomía de movimiento, porque su conjunto capta elementos del ecosistema, mientras que su estructura corporal los asimila, contiene, y recombina, de tal forma que lo más sólido se pueda mover hacia lo líquido, y lo líquido hacia lo gaseoso, y viceversa, así son originalmente dotados de desplazamiento. 
Los sistemas biológicos se han especializado para este fin en cada individuo, y utilizan las relaciones micro y macrobióticas que se suceden en las retículas orgánicas para proporcionarse actividad por dentro. Gracias a esa relación el individuo puede situarse como entidad viva, y architexturizar una imagen sintética del proceso, dentro del Conjunto Humano donde opera.
La condición individual que exhiben los CH, son muestra de una enorme capacidad de síntesis, complementación, e integridad, que los lleva a unos niveles de unificación o reducción elevadísimos, conocidos como ámbitos singulares o eventos afines. Una vez unificado, lo más difícil para cualquier individuo, ha de ser moverse. Como ha costado tanto conseguir esos niveles de integración en el orden sistemático, no será usual encontrar esos mismos órdenes en estado de disgregación dentro de los CH. Los distintos sistemas biológicos se comportan como redes de apropiación orgánicos en un conjunto; el hecho de que su constitución sea diferente en cuanto a la actividad química, y a su comportamiento como modo de relacionarse, ha proporcionado un clivaje en el medio, que a su vez les proporciona coordinación, les brinda anexidad. 
El orden dentro del contenido orgánico individual está sucedido en los CH por procesos de síntesis de elevada frecuencia, donde la diferenciación es una actividad que traslapa el estado de los elementos, y se sitúa en todos los órdenes que involucran los trabajos de redificación, y resintetización de cada individuo. De allí a que todo sea parte de lo mismo, aunque parezca, o se vea diferente (unicidad o ley del uno).












La forma humana de un conjunto depende por entero de la síntesis de elementos diferenciables, es decir, las estructuras que reedifican las membranas, y los tejidos que garantizan medio a ese mismo propósito. Los sistemas biológicos constituyen expresiones para procesos de síntesis, en los que a su vez participan otros órdenes, mucho más umbralificados, y rigurosos en cuanto al operar de las leyes, y en las maneras como ellas responden naturalmente al equilibrio.

Estos órdenes han conseguido en la redificación del soma, lenguajes arquitecturales de una riqueza sorprendente, que en conjunto conforman el cuerpo, y proyectan en las retículas cerebrales la imagen espectacular de un cuerpo individuado. Para que el cuerpo se exprese somáticamente, y contente los atributos dinámicos que le caracterizan, ha debido seguir unos lineamientos, y una lista de condiciones dadas, base dinámica de su integración con los principios que sustentan la existencia de los Conjuntos Humanos.

Los CH son la fuente natural de la existencia de los seres humanos; ellos representan todos los caminos que los llevan a identificar, y a reconocer. Por lo tanto, los CH son también el único punto de partida inmediato, al momento de emprender en cualquier dirección, puesto que el individuo habita inmerso en ellos. Ese es su campo de juego y de batalla, esa es su luz y su oscuridad, su sed y su saciedad, ese es su claustro y su matriz, su comienzo y su fin.

ORDENES
Cuando decimos que un ser humano es una entidad autosuficiente en lo biológico, estamos diciendo además que es una entidad interdependiente. Los CH necesitan de los seres humanos para ser tales, mientras que estos últimos utilizan aquellos para poderse sostener. Los CH llegan a ser el resultado de la reproducción, y la propagación de los seres humanos en el planeta. Los seres humanos necesitan organizarse en plataformas colectivas, para funcionar entonces como conjunto.
Una vez que las comunidades, y las poblaciones humanas se han fundamentado como CH, la condición primordial del individuo pasa a desempeñar un papel extraordinario, porque eso abre un mundo de posibilidades a su situación. Le provee de una noción de pluralismo, dentro del contexto natural del movimiento, y le permite ensayarse al aprender a alejarse, y aproximarse, hasta que descubre lo que es y significa unificación, lo que puede resultar involucrarse con la realidad, y las consecuencias que semejantes transformaciones pueden contraer a la vida futura del conjunto. 
La vida que se lleva a cabo como finalidad única y posible en los CH, provee a los individuos de todo lo que necesitan para moverse. Un cuerpo en acción será siempre y necesariamente mucho más de un cuerpo en movimiento. 
La posibilitación de la acción cifra adecuaciones que escalan la historia natural de los conjuntos, involucrándolos con todo lo que sirva, o que ayude de cualquier forma a aquella finalidad. La acción está en la base del conjunto, mientras que la unificación se encuentra en el vértice. La acción en función del desplazamiento, sólo es posible a partir de la unificación del movimiento. Lo más interesante es que dicha cualidad de integración no se sucede ni dentro, ni fuera del individuo. Se sucede en toda la dimensión que le comprende, por lo tanto no es cuantificable; no se da en un lugar, sino en una dirección; no sigue un propósito sino un ritmo.
El desplazamiento es una consecuencia rítmica, no discontinua, sino pausada. Pausa es igual a unicidad, y cese es igual a unificación. Donde hay unificación hay conciencia, y donde hay conciencia algo como el detenimiento es posible. Sólo entonces es posible tener sentidos. No hacen falta sentidos sin una realidad que aparejar; y no hay realidad detenida más que la que se refleja en los sentidos. 
La realidad detenida representa la suma total de pausas que se necesitan para que el movimiento, o la velocidad, puedan resultar en algo como el desplazamiento. Así, todo aquello que cobre movimiento aparente dentro del conjunto no es más que una respuesta circunvalante a las acciones dadas, o provocadas durante el desplazamiento. La realidad en movimiento sería la sustracción total de discontinuidades que se precisan para que exista una forma de desplazarse tal, que todo lo demás aparezca en un aparente estado de cese. La realidad inmediata se encuentra unificada de tal modo, y sus componentes se mueven con tal ritmo, que desplazarse en ella requiere de recursos motivadores de una naturaleza excepcional, y fuentes de energía muy potentes, como las ondas, y las radiaciones estelares.

La unificación es el punto culminante para el desplazamiento. El desplazamiento entendido como forma de movimiento conjunto, sólo es posible más allá de la unificación de fuentes de energía, y recursos.
Los CH son concentradores de energía y recursos. Se hilan de tal forma a esas fuentes de energía, que terminan reticulándose, y volviéndose parte intrínseca y vital de los ecosistemas.
Esa parte intrínseca está representada por el individuo. Todo aquello que los CH muestran es un reflejo solapado de lo que conlleva el individuo mientras sus centros vitales se desarrollan y maduran.
Lo que el individuo interpreta como externo a él, es en realidad el interior del CH al que pertenece, su biosfera local (endosfera); mientras que el verdadero exterior, se encuentra realmente más allá del conjunto, y normalmente es percibido de forma paraseccionada, o existe una interpretación distinta para su percepción zonal. Lo que el individuo interpreta como interno en él, es el medio, todos los sistemas biocuánticos integrados, envueltos, y funcionando rítmicamente.
El interior del individuo sería entonces lo más próximo, y lo más parecido a él, por lo tanto él mismo no tiene acceso a esa zona a partir de los sentidos, que son sistemas que necesitan escalar el movimiento para enterarse a la recreación de los conjuntos. Es su centro, y representa la transparencia en el conjunto, un foco de energía intenso y radiante, núcleo del pentasistema humano (núcleo Gematria), donde se sintetiza la luz, o la energía necesaria para conjugar la vida de los CH. Este interior no es causa ni efecto por separados, es ambos a la vez y en el mismo punto.

Moviéndose sobre sí mismo es causa, mientras que desplazándose hacia fuera es efecto. Vibrando singularmente es uno, mientras que vibrando pluralmente es muchos. El grado de transparencia de este interior, es lo que define cada dimensión, y cada realidad accesible al individuo, sea que estas se den dentro o fuera de los CH. (Ver Fig. No AA-2).
Mientras más afinado se presente el interior, más acatables se mostrarán las numerosas capas que le suceden; serán más apreciables, más palpables, lo que le permite sintonizarse: De la sintonía producida entre el interior del CH, y el interior del Ser, surge el individuo. De la sintonía conseguida entre el interior del Individuo, y el exterior del Conjunto, surge la realidad Humana. De la sintonía que se da entre el interior del ser, y el exterior del conjunto surge elcontacto.
La realidad como se aprecia de corriente representa la visión interior, pero al trasluz de toda esa serie de capas, por tal motivo el proceso de ver con los ojos es en efecto recreativo, aunque la causa que lo provoca no esté de hecho enraizada a aquella realidad. La realidad local percibida sucede el afinamiento de una capa tras otra. Así es como se reticula y se amalgama.
Está hecha de sucesivas dimensiones en los CH, siguiendo un orden inteligente que permite alinearlas, y percibirse de un modo segmentado, es decir, de acuerdo a complejos patrones vibratorios que se encadenan en una estructura reticular; y en consonancia con las conductas reflexivas y transitivas implícitas en cada individuo. 
Los Conjuntos Humanos son recreados a partir de un número finito de dimensiones, de las cuales, algunas son parte inseparable de la realidad psicofísica percibida, mientras que otra buena parte, no lo es. 
Unificación es igual a realidad. Tiene un punto de partida, que es el reflejo dinámico de esa cualidad de energías conjuntas, pero en estado expansivo. Las cosas se reflejarán entonces del modo en que pasan, esto es lo que define la forma cómo se recrean. 
La geometría del espacio es traducida de acuerdo a como se organiza la geometría neural adoptada por el SNC. De esa manera el cerebro construye a partir de la síntesis de energías, se reedifica, es decir, da lugar a un soporte biológico, que representa la consecuencia inmediata a ese proceso de síntesis. Por lo tanto el individuo está hecho de varias envolturas, como sistemas reticulares simplécticos, e interdependientes, que escalan órdenes, y responden a niveles de diferenciación emparentados a la endosfera recreativa donde él se mueve. Esta endosfera comprende al ecosistema, pero también las relaciones singulares que se generan entre el cuerpo biológico del individuo, el interior de este, y la recreación natural del medio ambiente. Diferenciación es entonces igual a cambio de ritmo, este cambio sitúa a cada cosa en un lugar especial, una vez allí, ese ámbito sirve de punto de partida al curso de su existencia, que significa, bailar a muchos ritmos a la vez. Para que los impulsos biológicos alcancen un nivel gestáltico, es decir, un ritmo vibratorio que se sintonice con el comportamiento de la endosfera en su conjunto, deben acaecer cascadas de eventos con cargas emotivas importantes, que puedan producir cambios de ritmo, y se presenten pautas distintivas que son claves para la generación de autoconocimiento.

Diferenciación es entonces igual a cambio de ritmo, este cambio sitúa a cada cosa en un lugar especial, una vez allí, ese ámbito sirve de punto de partida al curso de su existencia, que significa, bailar a muchos ritmos a la vez. Para que los impulsos biológicos alcancen un nivel gestáltico, es decir, un ritmo vibratorio que se sintonice con el comportamiento de la endosfera en su conjunto, deben acaecer cascadas de eventos con cargas emotivas importantes, que puedan producir cambios de ritmo capaces de expandirse continuamente. Cada situación dada depende de la expansión y la contracción en todo su sentido, cada nueva situación que se provoca representa la instantaneidad/unicidad de semejante cualidad de ritmo. La psique humana, su estructura reticular, la actividad biocuántica que genera, proviene de la recreación de estos ritmos. 
El enfoque: ser-movimiento/psique-representación del movimiento; produce la mente, como un segmento del halo tiempo (4), espacio (6). El segmento se proyecta a modo de guiones, en una zona reticulada (maya), en la que converge, y derivan aquellas dimensiones. Esa zona reticulada, o SNC representa la cuna de la quinta, y la sexta dimensión, es decir, la realidad humana.

Recreación de Conjuntos
En la Figura AA3 y AA4 aparece esbozado un Conjunto Humano de primer orden, como una representación natural multidimensional. El operar de este modelo sirve de base interpretativa para la recreación del CH como un penta-sistema autónomo, o auto gestáltico, que es capaz de recrear una Realidad Plástica, y contactual; lo mismo que matrizarse, y reproducirse. El desplazamiento, es decir, la sobredimensión del movimiento llevada al dinamismo plural de los conjuntos, sería el resultado de la recreación de varias dimensiones, interactuando en ellos, sirviendo de campo a su desenvolvimiento.
Un CH opera como un todo. En él, el movimiento cobra Vida de manera espectacular, y adopta una forma íntimamente vinculada al comportamiento de su universo, como ser intrínseco a la naturaleza en que persiste. La historia del movimiento sigue varios cursos en los conjuntos, recreándose en ellos, y haciéndolos partícipes de la dinámica que los posibilita, lo cual les brinda la oportunidad de advertirse a partir del individuo, como un foco vibratorio hito epicinético, en el que todos esos trazos energéticos cobran integridad, y coherencia orgánica. 
El ser humano es la traducción epicinética y multipolar del movimiento. Es la naturaleza del movimiento, interactuando con la inamovilidad. La inamovilidad, o no movimiento (0) está representada por el ser humano, el cual da lugar, y participa de la actividad. Gracias a ello comienza a crecer en un universo dinámico, que se hace a expensas de su desarrollo conjunto. Mucho antes de convertirse en un individuo conformado y maduro como tal, el movimiento ha aprendido a mezclarse sin confundirse, ha dado lugar a la densidad de sistemas que mle permite recrearse. La expansión del ser consciente, es decir, del ser/pentasistema/individuo/humanidad/verbo/sintonía/transmutación/silencioda paso a la recreación del movimiento, en un ensayo de PERSONA, que fundamental y legalmente priora como cada una de estas dimensiones:

ESCALAS

La Recreación del Movimiento corresponde a la primera dimensión (0D/1D), llevada a una quinta escala sintónica (5E), que da pie al universo perceptivo:
(0D/1D, 1E) = Sentido Visual OJOS
(0D/1D, 2E) = Sentido Olfatorio/GustativoNARIZ/BOCA
(0D/1D, 3D) = Sentido Peristáltico EPITELIOS FLUJONERGICOS 
(0D/1D, 4D) = Sentido Acústico OÍDOS
(0D/1D, 5D) = Sentido Somato Tectivo PIEL/MANOS 
(0D/1D, 6D) = Sentido Vocal/ParlanteLARINGE/LENGUA
A su vez, cada una de estas escalas sintónicas deriva en tres o más escalas sobresintónicas, conocidas como atributos o propiedades de los sentidos, los cuales se presentan como órganos sensitivos y palancas orgánicas con desempeño mecánico (autoconsciente):


Forma (1D) DEFINIR
(1D, 1E) Color (1E) IRIDESCER
Desplazamiento (0D) ENFOCAR 


(fragmento del Ensayo Titulado: Atlas de Los Conjuntos Humanos Todavía en desarrollo. La obra completa consta de más de 300 páginas y 420 ilustraciones)
  • Autor: Isaac Amenemope (Offline Offline)
  • Publicado: 31 de julio de 2013 a las 00:14
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 91
  • Usuario favorito de este poema: Marellia.
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Comentarios1

  • Marellia

    No todos pueden entender tu ensayo, solo quienes ven mas allá y buscan existir impregnados de la fuerza y energía del universo del cual somos solo una partícula microscópica pero que en el conjunto hacemos el todo.
    Te amo mi bello Guardián .
    ¿ Es tuyo este trabajo? es excelente en todo su contenido, espero mas.
    Besos de luz para vos y tus soles



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