Eh ahí tan pretencioso y orgulloso de sí mismo,
Como si cada mujer del mundo cayera a sus pies.
Decide ignorarme una vez más,
Dejándome así en total oscuridad.
Mírenlo,
Tan seductor y petulante,
Escuchando su risa titilante,
Me sumo en el dolor de mi amargo desamor.
Amargo y arrasador,
Tus labios como un dulce tentador,
Y tu cuerpo que de mi voluntad me aleja,
Dejándote la completa destreza de hacer hoy conmigo lo que quieras.
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Autor:
Dulce condena (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 3 de abril de 2013 a las 20:42
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 135
Offline)
Comentarios1
Me llegó, quien me interesa es también precioso y pretencioso
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