Te pedí ciego que te alejarás de mis sueños, al abrir mis ojos me vi sentado en una vieja silla desde la cual podía divisar la oscuridad, de-repente tu nombre empezó a susurrarse en el vacío y me vi solo en medio de una vieja habitación deshabitada suplicando que esa oscuridad se extendiera por todo mi sudor, al despertar comprendí que no sabía tu nombre.
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Autor:
carcing (
Offline)
- Publicado: 31 de enero de 2013 a las 21:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 159
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