El Llanto de la Viuda

Juan Salvador Gaviota

 

 

Atormentada la paloma amante,

sufre la muerte de su ser querido,

aturdida, llorando, sin sentido

en el cielo serrano, vuela errante.

 

Herida por recuerdos, indecisa,

sobre el campo navega por los aires

sintiendo de las flores los desaires,

de la tierra, las aguas y la brisa.

 

Hirviente el corazón sobresaltado

por más que busca  no encuentra al amado;

las lágrimas que día y noche vierte,

se torna en manantial, en río y fuente.

 

Y vivo, vivo así desde el instante,

que te fuiste por siempre, dueño mío.

Duele. Gimo, deliro, me extravío,

no hay paz para mi corazón doliente.

 

Lloro y el torrente de mis lágrimas

no calma mi dolor, y mi tristeza

rompió mi corazón, y mi cabeza

no comprende, delira, se extravía.

 

Me recuerdan a ti, amado mío

triste canto, mustia flor, muerto fruto,

voy a llorar pagando mi tributo

de amargura, desolación y hastío.

 

Recuerdo nuestras dichas y pesares.

y te sueño ajeno, en otro lecho,

sumisa, recostada, y en mi pecho

brotan furiosas llamas de mis iras.

 

Siempre te sueño a mi lado  presente

bebiendo de la lluvia de mi llanto,

en silencio, no quiero que se intente

de ese momento romper el encanto.

 

Qué te hice yo, que ni mi pasión loca,

ni mis caricias de animal en celo,

pueden derretir de tu cuerpo el hielo

ni hallar respuesta de tu roja boca.

 

Soy la mujer que ama eternamente,

y las bestias, los pájaros, las flores

y el universo entiendan mis dolores.

Ayúdenme a llorar, toda la gente.

 

Todos los días a tu tumba llego,

llevo mi sombra para estar contigo,

aunque se vuelva contra mí enemigo,

el sol, la tierra, viento, agua y fuego

 

Ahora el tiempo no puedo ya volver,

el destino mis alas ha quebrado,

sola estoy, la esperanza ha terminado

para siempre tendré que padecer.

 

Convicto está mi pobre corazón

a sufrir con el canto de la quena

que interpreta con música mi pena

haciendo de mi amor triste canción.

Ver métrica de este poema
  • Autor: Juan Salvador Gaviota (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de enero de 2013 a las 02:03
  • Comentario del autor sobre el poema: Re-edición. Ijmacha, la Viuda, es un huayno, canto serrano anónimo que en el idioma quechua la tradición oral ha traído a nuestros días. He hecho esta traducción libre, intentando transmitir el dolor de la pérdida del ser amado en el marco de la cosmovisión andina, donde el hombre es un componente más de la naturaleza.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 306
  • Usuarios favoritos de este poema: dolores pereira, Marellia.
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos Novedades semanales


Comentarios4

  • dolores pereira

    Hermoso poema.Escrito con bellas y sentidas imagenes.
    Gracias po compartir.
    Un saludo

    • Juan Salvador Gaviota

      Es un leve reflejo del intenso sentimiento andino.
      Gracias por comprender...

    • Maria Isabel Velasquez

      SE SIENTE COMO LLORA AL ALMA CON ESTAS LETRAS GRACIAS
      FELIZ FIN DE SEMANA
      ABRAZOS DTB

      • Juan Salvador Gaviota

        Es la pintura del dolor de una viuda.
        Del sentimiento femenino ante la pérdida más grande, la del ser amado.
        Expresado en sentimiento quechua.

      • Jesús Pérez Rubi

        Bellsimas lineas...

        el sentir dibujado perfectamente

        saludos y gracias por compartir tu trabajo

      • Juan Salvador Gaviota

        En realidad, es solo la lectura en castellano del sentir expresado en un Huayno en quechua, comprendiendo sí las cosmovisión andina donde el hombre es un elemento más de la naturaleza.



      Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.